Abrazos no balazos, o más bien abrazos a los que dan balazos, el eslogan es bonito, pero el resultado es catastrófico. Catastrófico para la democracia y sobre todo para los jóvenes.
El personaje central que nos presenta la película es un científico muy brillante, talentoso y con el poder del liderazgo para sacar adelante el proyecto Manhattan dirigiendo a algunas de las mentes más brillantes de la ciencia de esa época, y en paralelo, con el uso de flashforwards, nos presenta la persecución que sufrió Oppenheimer por parte del gobierno estadounidense durante la posguerra
Lo de menos es que las candidatas no emocionan. En el fondo se libra una guerra sin límites: el exceso en gastos de campaña, la filtración de información personal, verdadera o falsa, contra a un candidato, la movilización de grupos de interés para causar crispación social y la compra de voluntades que colaboren en las cosas más viles, son los verdaderos instrumentos de la política electoral.
En el marco de la nebulosidad acostumbrada, de cara a los comicios generales se han reforzado los programas asistenciales de rédito electoral, esos recursos que efectiva o falsamente -suman denuncias de desvíos en Bienestar- se otorgan con mínimo control a diversos sectores de la población, pero que sin el respaldo de un crecimiento económico paralelo representan un barril sin fondo para las finanzas nacionales
Pero finalmente, aunque el objetivo de los premios Oscar es el reconocimiento a lo mejor del cine, la realidad es que son un excelente medio de promoción de las películas y del cine norteamericano, industria que tuvo un excelente desempeño en la taquilla mundial en 2023 debido principalmente a dos cintas: Barbie y Oppenheimer