Opinión
Jueves 25 de Abril del 2024 04:11 hrs

¡AL HUESO!


Como bumerang, las cifras de la realidad les enrostran a López Obrador y a López-Gatell la magnitud de la tragedia

Un buen líder sabe lo que es verdad; un mal líder sabe lo que se vende mejor”. Confucio

Cuando el drama mexicano del COVID-19 superó la cifra oficial de 100 mil muertes y más de un millón de contagios, fue sorprendente la expresión del subsecretario Hugo López Gatell, el mismo que al inicio de la pandemia había pronosticado 6 mil fallecimientos:

“Esta es una cifra inusual”.

Del igual tamaño el estupor al día siguiente en las palabras del Presidente, ante el fracaso rotundo y doloroso de la estrategia diseñada por su bufón:

“El subsecretario Hugo López-Gatell ha hecho un trabajo extraordinario”.

Y como siempre, lejos de asumir la responsabilidad, politizó el tema y culpó a sus imaginarios molinos de viento:

“Lo que se ha hecho ha dado resultados, es muy lamentable lo que ha sucedido, y los conservadores, nuestros adversarios, desde el principio quisieron utilizar la desgracia del pueblo de México por esta pandemia para culparnos”.

Como bumerang, sin embargo, las cifras de la realidad les enrostran a los López la magnitud de la tragedia:

- Con conteo oficial de 100 mil muertos, México es el cuarto país con mayor número de fallecimientos. Con la cifra real, que sobrepasa los 215 mil, somos el segundo, tras Estados Unidos y por encima de China e India, los más poblados del orbe.

- Mientras a nivel mundial la tasa promedio de mortalidad por contagios se sitúa por debajo del 2.5%, México ignominiosamente se encuentra a la cabeza de la fatalidad, con cerca del 10%.

- Adicional a la fallida estrategia gubernamental, esa lamentable cifra tiene como una de las razones las carencias de la “austeridad republicana” en el sistema público de salud, con índices de contagio/mortalidad de 45% en el IMSS, 32% en el ISSSTE y 27% en los hospitales públicos, frente a solo 9% en los privados.

- Mientras desde el inicio de la pandemia la Organización Mundial de la Salud ha recomendado “¡pruebas, pruebas y más pruebas!”, con 17 exámenes por cada cien mil ciudadanos, nuestro gobierno es el que menos las aplica en América y uno de los más bajos en el mundo.

- El espacio de previsión entre el brote en Wuhan y el primer contagiado en México fue desaprovechado y nos arroja otra dolorosa marca. Han muerto por COVID más de 2 mil trabajadores de la salud, la mitad de ellos médicos.

Hubo tiempo para adquirir equipo de protección, medicinas, elaborar manuales con base en la experiencia de los primeros países afectados. La desidia no lo permitió y terminamos suplicando apoyo internacional y pagando caro.

Eso sin hablar de la corrupción en torno a la pandemia en tiempos de la “honestidad valiente”. León Manuel Bartlett y sus ventiladores, por solo recordar un caso.

Es cierto que nuestra conducta indolente y temeraria agrava el problema, pero precisamente revela también la ausencia de un liderazgo responsable, capaz de ejemplificar y guiar el autocontrol.

Con la tozudez característica, el Presidente, que aún se resiste a usar cubrebocas y niega su eficacia, no ofrece mejores perspectivas cuando el invierno entrante anuncia un recrudecimiento de la crisis.

“Hemos hecho todo y lo vamos a seguir haciendo”, advirtió.

Y sobre esas vergonzosas bases quiso dar lecciones a los líderes del G-20 en otra de sus mañaneras de exportación.






OPINION

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Siguiendo la lógica de López Obrador, los 185 mil asesinatos en su sexenio no son resultado de los abrazos, sino un montaje publicitario contra su gobierno…

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