Opinión
Sábado 20 de Abril del 2024 04:42 hrs

Reinventarse


Los mexicanos nos estamos reinventando; tocados por tragedias u oportunidades, buscamos nuevos incentivos y formas para que hoy el futuro se vea promisorio

Hace un año los niños salieron de puente y ya no regresaron a la escuela. Las señales eran cada vez más evidentes de que algo grande venía, no lo queríamos ver, pensamos que sería un mes, tres meses, para verano, para diciembre. 

Hoy es evidente que la humanidad esta en proceso de una transformación, no como la de AMLO en la demagogia, sino una verdadera transformación que ha catapultado al mundo a una nueva realidad.

Mientras en Italia enfrentan la tercera ola y en Brasil están alcanzando nuevos máximos con  las cepas del virus que ha mutado, en México contamos siete semanas de baja de en casos registrados y hemos declarado la mayor parte del país en semáforo amarillo. La información oficial nos presenta como que esto ya está terminado y que ya podemos regresar a la normalidad, aquella que conocimos hasta hace, justo, un año.

Los gobiernos federal y locales tienen prisa por reabrir la actividad ante una crisis social que se intuye pero no se termina de dimensionar. Por ahora lo que les importa es librar el periodo electoral de la mejor manera posible y para eso nada mejor que la esperanza de la sociedad. La vacuna se nos presenta como la esperanza de que la pesadilla termino. De la misma forma que sucede alrededor del mundo se usa políticamente para dar tranquilidad.

Con apenas el tres porciento de la población vacunada, a un promedio de 50 mil vacunas por día es difícil pensar que el drástico aumento de movilidad y una apertura de, prácticamente, todas las actividades, no nos llevarán a seguir los pasos de aquellos países que de nuevo están viendo sus sistemas de salud colapsarse. Pero lo que importa es librar el periodo electoral.

La realidad es tenaz, casi necia; así como hace un año pudimos haber previsto con cuatro o cinco semanas de anticipación lo que se avecinaba, hoy podemos prever un nuevo crecimiento de los casos y aumento de defunciones al regreso de Semana Santa. Sabemos, también, que la proximidad de las elecciones será el principal incentivo para tomar posición en torno a ello, unos lo negarán y buscarán distractores, otros lo remarcarán como ejemplo de la política pública criminal.

Al final la política es la misma y los políticos son iguales; unos menos peores que otros, todos buscan llegar al lugar que  les permita tomar el patrimonio público como patrimonio personal. De igual forma el presidente que gobernadores y alcaldes, cuando son favorecidos con el voto, la falta de transparencia y omisión en la rendición de cuentas, les permite que el patrimonio y la hacienda pública se vuelvan de su propiedad; por unos años esta a su disposición y capricho, les permite pagar favores, premiar a cercanos y castigar a detractores.

La sociedad, los ciudadanos, los mexicanos nos estamos reinventando; tocados por tragedias u oportunidades, buscamos nuevos incentivos y formas para que hoy el futuro se vea promisorio. Al mismo tiempo que rendimos homenaje a los que se fueron buscamos la forma de complementar el ingreso, de encontrar nuevos mercados y revalorar nuestras capacidades. Sin podernos abrazar nos volvimos más empáticos y tolerantes, más humanos, y más exigentes con los que nos quieren gobernar.

Al igual que vimos venir la pandemia y los gobiernos en México no se percataron, hoy se ve venir un cambio pero la política sigue igual. Los que buscan la oportunidad de usar el patrimonio publico a gusto no han reconocido que, ante la reinvención de la persona y la sociedad,  no puede seguir la impasividad en sus maneras, en las formas de quienes se autoproclaman líderes, que pretenden gobernar.

Con optimismo veo que, sean los resultados que sean, después de junio la política en México no podrá seguir igual. Si la primera ola vino con la apertura democrática y la alternancia y la segunda con el retorno al presidencialismo, la tercera ola vendrá con la revaloración del ciudadano y la participación social. La política en México está por reinventarse hacia un camino de equidad, igualdad de oportunidades y desarrollo personal hacia un México con bienestar, que, por cierto, ninguno de los gobiernos, mucho menos el actual, se pueden adjudicar.

 






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