Opinión
Jueves 25 de Abril del 2024 01:59 hrs

¡AL HUESO!

Vuelos de Terquedad


Cómo este es el sexenio de las crisis anunciadas, desde el esbozo de la idea de convertir el aeropuerto militar de Santa Lucia en terminal de pasajeros, expertos anticiparon la suma de inconvenientes y peligros que ello conllevaría

También cuidamos a los integrantes de las bandas, son seres humanos…”. Frase para recordar un sexenio.

Según aviadores, incluidos militares que portan el uniforme de la Fuerza Aérea Mexicana, el problema del aeropuerto capricho del Presidente comenzó desde el propio nombre: el general Felipe Ángeles, que merece muchos honores, era artillero y no un piloto.

Es un tema muy sobado, pero sigue vigente y a nivel internacional se mantiene como uno de los inentendibles que en este período han sumado a México a la categoría de país bananero: el peor absurdo de López Obrador como gobernante fue cancelar la construcción del nuevo aeropuerto de la Capital.

Cómo este es el sexenio de las crisis anunciadas, desde el esbozo de la idea de convertir el aeropuerto militar de Santa Lucia en terminal de pasajeros, expertos anticiparon la suma de inconvenientes y peligros que ello conllevaría, al compartir un complejo espacio aéreo con el viejo y caótico aeropuerto de la capital.

Ante el solo enunciado de la idea, que inicialmente comprendía incluso sumar a la terminal de Toluca, el más duro cuestionamiento técnico provino de MITRE, organismo del Instituto Tecnológico de Massachussets y el más serio en estudios de factibilidad y diseño de operaciones aéreas. A inicios de 2019 adelantó los problemas y riesgos que hoy enfrentan los vuelos en el Valle de México.

El cuasi grave accidente de la semana antepasada, cuando dos aviones de Volaris estuvieron a punto de colisionar en tierra, hizo aflorar la serie de incidentes que se han suscitado en la zona, los que con su característica de tapar el sol con un dedo López Obrador adjudica al “interés de los conservadores de criticarlo todo”.

La Secretaría de Comunicaciones, órgano superior rector, cargó la responsabilidad de ese incidente a uno de los controladores aéreos, soslayando que precisamente la agrupación de esos profesionales había advertido un alto nivel de alarma, derivado de la forzada formulación de cambios de rutas y modalidades de vuelo a que dio lugar el capricho del AIFA y que mantienen en crispación al personal.

Iguales advertencias han hecho pilotos, aerolíneas, la FAA -órgano regulador estadounidense que degradó al AICM por su nivel de inseguridad-, y hasta NAVBLUE, subsidiaria AIRBUS contratada para opacar la opinión de MITRE. La consultoría francesa terminó por escabullirse silenciosamente.

Los pasajeros han sido principales víctimas del desorden creciente generado, con demoras constantes por “exceso de tráfico aéreo en el Valle de México” -como justifican los abordadores de las aerolíneas- y sufren continuas afectaciones en tierra y aire, muchas veces sin percatarse de los riesgos vitales que ello conlleva.

La develación de la suma de incidentes situó a la crisis aérea como tema central la pasada semana y la suma de información dejó claro que el caos está en la obstinación en hacer compartido el espacio aéreo en torno a la capital del país.

En una más de sus obstinaciones, donde el cuidado de su imagen política supedita toda razón técnica, el Presidente acuso como siempre a opositores de inventar el problema y en la tónica usual de lanzar soluciones que agravan las crisis, presionó para desviar mayor número de vuelos al AIFA… dentro del mismo espacio aéreo.

Copiando su marrullería pero con menos pericia, Claudia Sheinbaum acusó también a los “conservadores” -con supuesto poder político que realmente quisieran tener-, de ser responsables de que el informe final de la holandesa DNV la incluyera entre los culpables principales de la tragedia de la línea 12 del metro capitalino.

La empresa, a la que inicialmente alabó por su profesionalismo y calidad técnica, una institución respetada mundialmente por sus valoraciones de ingeniería, determinó que no solo hubo fallas en el diseño original de la línea, como en su construcción y equipamiento, sino en el posterior mantenimiento.

En especial, determinó que el actual gobierno de la Ciudad de México desatendió advertencias de grietas y anormalidades reportadas por vecinos y usuarios e incluso visibles ¡desde Google Maps!

La verdad dolió y la reacción fue copiar a su jefe, acusando “mano negra” para intentar matar al mensajero y ocultar el dictamen que no tardó en salir a luz y termina por arrastrar al desplome su propia pretensión sucesoria.

En el sexenio que cuida los derechos humanos de los delincuentes pero no los de las víctimas, principalmente mujeres, el voluntarismo populista seguirá agravando viejas y nuevas crisis.






OPINION

Fuenteovejuna

Siguiendo la lógica de López Obrador, los 185 mil asesinatos en su sexenio no son resultado de los abrazos, sino un montaje publicitario contra su gobierno…

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