Convierte ermitaño su casa en mirador de la Sierra de Santiago

Foto: David González

Con 85 años de edad, Don Elio recibe con gusto a todo paseante que se atreve a llegar hasta donde decidió residir.

Arteaga, Coah.- Enclavado en lo alto de la montaña, a más de 3 mil 500 metros sobre el nivel del mar, entre los límites de Coahuila-Nuevo León, la ruta de los Lirios a Santiago lleva a un singular lugar conocido como “El Mirador Don Elio” en el que un longevo hombre solitario recibe a los visitantes que deseen admirar desde su propiedad el cañón y los desfiladeros de esta zona boscosa.

Con 85 años de vivir en este lugar, a la altura del kilómetro 22 en el sitio denominado “Los Agiladeros”, Don Elio recibe a cada paseante con una sonrisa y muchas ganas de platicar la forma en que este lugar lo ha convertido en un ermitaño  al encontrarse apartado del contacto humano.

Para llegar a este lugar, partiendo de Saltillo se debe recorrer, por una hora y 30 minutos, un camino destrozado por deslaves, entre desfiladeros, a baja velocidad ya que los daños en el camino y lo empinado de sus cuestas así obligan. 

Sin embargo, lo sinuoso del camino tiene sus recompensas, se va dibujando poco a poco una estampa de una montaña colmada de bosques que, aunque en algunos tramos lucen quemados, otros tantos lucen su vigor al verse salvados de los incendios que han afectado la Sierra de Santiago en años pasados.

En una de las curvas se puede leer “Mirador Don Elio”, propiedad privada, ¡Bienvenidos! Saliendo de un jacal de madera o generalmente sentado en las rocas se ve a un hombre de larga barba blanca, bien aliñado, completamente cuerdo, de agradable presencia y gran humor.

Al iniciar la plática lo primero que presume con orgullo es que con sus propias manos habilitó este paradero donde fácilmente caben más de diez carros muy bien estacionados.

Con rocas y palos, él mismo –relata- forjó las barandillas hechas como barreras para evitar que algún automóvil caiga por el desfiladero donde se asienta este mirador.

“Sólo vivimos Macetón mi perro y yo, que ahora es mi fiel compañero. En este lugar tengo 85 años, desde que nací y con gusto abro mi propiedad para que disfruten de la vista en este lugar y que convertí en un mirador, aquí se pueden quedar el tiempo que gusten”, platicó Don Elio, feliz ante la llegada de algún visitante.

Ha establecido una cuota de 50 pesos por auto para quien para a disfrutar de la vista, sin embargo, orgulloso comenta que generalmente es más lo que los turistas le dan con gusto luego de pasar horas atentos a las aventuras y vivencias que “el anciano solo de la montaña”, tiene para contarles.

No tuvo hijos, su esposa murió hace cinco años luego de cuidarla media vida al estar ciega e impedida en cama, ahora su única compañía son los pocos turistas que suben la sierra y su fiel perro “Macetón”.

PRENDIO UNA LUMBRE Y LO LLEVARON PRESO

Entre las aventuras que más recuerda Don Elio está cuando, hace años, se le ocurrió bajar el desfiladero y en el fondo prendió una fogata, con tan mala suerte que con el aire de esa zona se extendió y alcanzo a dañar algunas hectáreas.

“Que llega la policía y me llevan preso y estuve encerrado varios días hasta que me soltaron y dije no ya no vuelvo a prender nada”, contó entre risas el solitario anciano.

Sin lugar a dudas, recorrer la sierra a Santiago no es lo mismo sin llegar a este singular lugar en el que el paisaje y las aventuras de Don Elio reinician la vida de quien disfruta de la naturaleza en lo alto de la montaña.