Octubre: Cuando los gatos desaparecen en la frontera del horror
- Por: Redacción --
- 09/10/2025 @ 11:01 --
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El aire huele distinto cuando se acerca el Halloween y el Día de Muertos. En las veterinarias y los grupos de rescate animal, los voluntarios hablan bajito. Dicen que los piden “para rituales”. Que preguntan por los negros, o por los blancos, “los que sirven para equilibrar la energía”.
Por: Ricardo Mendoza
Cada octubre, mientras la ciudad se viste de calabazas y papel picado, algo más se mueve entre las sombras. Lastimosamente, no es un mito ni una leyenda urbana: los refugios de animales en Coahuila y Nuevo León, en toda la frontera norte, cierran sus puertas a las adopciones de gatos.
Les dicen “los michis del peligro”, y la razón tiene un filo oscuro. No es ausencia de amor o de espacio; es porque hay quien, bajo el manto de la brujería o del rito, los busca para matarlos.
El aire huele distinto cuando se acerca el Halloween y el Día de Muertos. En las veterinarias y los grupos de rescate animal, los voluntarios hablan bajito. Dicen que los piden “para rituales”. Que preguntan por los negros, o por los blancos, “los que sirven para equilibrar la energía”.
Historias que se cuentan con pudor, pero la sospecha está ahí, creciendo entre los callejones, los altares y la neblina temprana.
HORROROSA REALIDAD
Alba Leticia Badillo Ramírez, veterinaria por pasión desde que “curaba” a las mascotas de sus muñecas, y de profesión desde hace cinco años, me dice con serenidad, pero con urgencia, lo que nadie quiere oír: “Nunca me ha tocado atender un gato herido por un ritual, pero eso no quiere decir que no pase… lo que sucede es que, cuando los usan, los sacrifican”.

Pausa, y con voz baja añade: “No sé si son más los negros o los blancos, pero son los que buscan”.
De otros colores, nada.
Los medios de comunicación se sensibilizan y lanzan la advertencia: cada octubre aumentan las solicitudes sospechosas de adopción.
“No los entreguen”, piden los titulares.
En La Laguna se documentó de al menos quince sacrificios de animales en un solo año. Quince historias que nunca llegaron a los juzgados ––pues Coahuila tiene su Ley contra la crueldad animal––, pero que bastan para entender por qué, en los refugios, prefieren pasar por exagerados antes que por ingenuos.
“Por eso todos evitamos las adopciones desde las semanas previas a octubre y reforzamos el cuidado”, enfatiza Alba, quien se desempeña en una veterinaria al sur de Saltillo.
“No es un mito”. Desde septiembre hasta diciembre, las adopciones se suspenden. Y el mismo llamado: resguarden a los gatos, cuídenlos como se cuida a los niños que se asoman al borde de la noche.
SACRIFICIO EN LAS MONTAÑAS
En otro lado de la Sierra Madre, en Monterrey, la historia tiene el mismo tono, pero con su matiz. Aquí los medios hablan más de prevención que de miedo. Se publicó una guía en 2024: “Octubre, el mes peligroso para los gatos negros”. El texto no busca alarmar, sino educar.
Recomiendan no regalar, no adoptar y no bajar la guardia. Todos los años se repite la advertencia clara: “Espérate a noviembre”.
Pero los refugios neoleoneses no lo hacen solos. En redes, los grupos de adopción lanzan campañas que parecen conjuros digitales: “No adoptes por moda”, “Verifica”, “No regales gatos en Halloween”.
Los voluntarios entrevistan a cada interesado, revisan domicilios, piden referencias. Algunos se quejan de parecer detectives, pero insisten: “Más vale perder una adopción que una vida”. En su voz hay cansancio y amor a partes iguales.
Mientras tanto, en la Ciudad de México también se han publicado reportajes demoledores: los sacrificios rituales de gatos aumentan en octubre y noviembre. Como la historia de “Vader”, un gato mutilado en Oaxaca.
Activistas aseguran que el riesgo es real, aunque las denuncias sean pocas.
En paralelo, las redes sociales ya actualizaron el panorama del momento: fundaciones suspenden adopciones, refugios blindan sus procesos. Las alertas abundan: “Cuida a tu gato este mes”.
EXTREMAR CUIDADOS
“De hecho, en principio en la veterinaria me dijeron que me la entregaban hasta noviembre por lo mismo de lo peligroso que es en estos tiempos. Sólo me dejaron adoptarla ahorita porque me ayudó un amigo que es conocido de la veterinaria, porque me conoce desde hace muchos años”, advierte Armando Dávila Pérez.
“En estos días debemos tener mucho cuidado. Mi esposa siempre ha sido persona de gatos y se sabe que sólo entrando este mes los gatos ya no pueden salir a la calle porque corren peligro de que se los roben. Nos preparamos acomodándoles la casa para que puedan hacer todo adentro y cuidando de no dejar ventanas ni puertas abiertas, bloqueando la reja que da hacia afuera para que no se los puedan robar”.
SÍMBOLO ESOTÉRICO
Por siglos, los gatos negros han sido vistos con desconfianza en muchas culturas. En el contexto de nuestro país se mezclan legados de brujería, ocultismo y sincretismo religioso, por lo que, durante siglos, los gatos negros son vistos con desconfianza, como en muchas otras culturas.
Aquellos que practican la hechicería —ya sea considerada magia “blanca” u “oscura”— los emplean bajo la creencia de que tienen la facultad de “ver lo astral”, captar energías, o servir de puente entre lo visible y lo invisible.
Por otra parte, algunos creen que, en rituales, los gatos blancos se usan para “purificación”, y en ciertos casos los felinos serían sacrificados para usar su sangre o restos.
La brujería y la magia en México tienen raíces profundas, mezclando tradiciones prehispánicas con creencias católicas, indígenas y esotéricas. Los rituales y lo sobrenatural crean un imaginario colectivo en el que los objetos naturales (yerbas, animales y energías) son mediadores místicos.
“Es mi primera vez que tengo gatos y sí me han comentado mucho sobre estas fechas, en las que pues debes tener cuidado porque sí se roban a los gatitos para sacrificarlos”, dice preocupado el saltillense Juan Pablo García, quien vive con sus dos pequeñas felinas.
“Realmente no imaginé que fuera un tema, pero sí me lo han comentado mucho al ver que ‘Coahuila’ es color blanco, y ‘Veracruz’ color negro. La ventaja es que yo no las dejo salir”.
EN DESACUERDO
Sin embargo, no todas las personas están en total acuerdo con suspender las adopciones sin que haya otras medidas adicionales, pues advierten que esa protección de forma aislada podrían incluso tener un efecto negativo por presunciones que podrían caer en mitos o exageraciones.
En lo práctico, al prolongar la estancia de gatos en refugios generan saturación, pero también estigmas para quienes buscan adoptar gatos negros, dificultando su salida normal del refugio, por eso piden una campaña de educación pública integral sobre el cuidado animal y realizar denuncias efectivas, no dejar todo en el terreno de la sospecha.
ADIÓS, ‘MISTERY’
Fue en los días previos al Halloween del 2019 cuando de “Mistery”, una amigable gata oscura como la noche, no se volvió a saber nada. Héctor Miguel Salinas Herrera aún la recuerda con cariño, pues ella solía recibir a quien acudía a La Palma Grill, su restaurante en La Petaca, una comunidad de Linares, al sur de Nuevo León, legendariamente famosa por sus brujas, brujos, hechiceros y curanderos.

Y aunque la popularidad de sus curanderas ha bajado en los últimos tiempos, aún se le reconoce ––y teme–– por ser un lugar místico, de energías oscuras. Héctor cree que eso selló el destino de su mascota.
“Casi terminando el mes (octubre de 2019), para la fiesta de Halloween, desapareció de la casa. La buscamos mucho tiempo. Tenía dos años y era grande, más de 6 kilos, supongo que eso llamó la atención. Llegamos a la conclusión de que se la robaron para hacer algún tipo de ‘trabajo’ en estas fechas de brujas. Los gatos negros en estos días son muy buscados por la gente que aún cree que puede hacer algún mal o algún bien con ellos”, señaló.
“Al paso del tiempo adoptamos otros dos: ‘Tacho’ y ‘Amira’, y aunque casi nunca salen, hay que tener cuidado estos días por esas creencias”.
Los dos son negros, igual que ‘Mistery’, y a los tres los han rescatado en los refugios.
“Casualmente han sido negros, no es que sólo elijamos de ese color. Aunque en estas fechas hay que tener más precauciones, debemos entender que a muchos gatos no se les puede amarrar ni encerrar… ¡Dios los cuide y pasen bien estos días!”.
‘HE NEGADO MUCHAS ADOPCIONES’
Aun así, las estadísticas oficiales guardan silencio. No hay registros públicos de cuántos gatos desaparecen ni cuántos mueren en rituales. Es un tema que se queda en la frontera entre la superstición y la crueldad.
Lo que sí hay son coincidencias y prácticamente en toda la frontera norte del país los veterinarios saben que octubre huele distinto.
“Claro que he negado muchas adopciones en estas fechas. Cuando me solicitan un gato investigo lo más posible el perfil de las personas y sí me han tocado muchos a quienes se los niego”, enfatiza Nahomi Cabrera Villalobos, una linarense que ha convertido su hogar en un santuario para gatos, donde su familia convive actualmente ¡con 49 de todas las edades y colores!, todos ellos rescatados.
Esta joven, de 25 años y formación profesional en la Facultad de Agronomía de la Universidad Autónoma de Nuevo León, extrema las precauciones en las tres casas donde convive con sus felinos, una incluso habilitada como refugio temporal para mascotas rescatadas, pues colabora con Huellitas al Rescate, un grupo de activistas.
Esos 49 gatos que actualmente tienen están esterilizados y atentidos de todas sus vacunas, los alimentan dos veces al día y no los tiene en adopción.
“Muchos nacieron aquí antes de operar a la gatas, otros llegaron solos y otros los rescatamos. Algunos estuvieron en adopción por un tiempo, pero nos encariñamos con todos y ya se quedaron. Todos tienen su nombre, pero la verdad sí tengo dos consentidos: ‘Rojo’ y ‘Gatini’, que precisamente es de color negro”.
NADIE SE ARRIESGA
Alba lo explica con sencillez: “Es todo octubre. Desde que empieza hasta que termina noviembre, se resguardan. Y sí, los gatos se dan más fácil en adopción que los perros, pero este mes no. Este mes no se arriesga nadie”.
Pienso en lo que dice y me viene a la cabeza la palabra “precaución”. En este país donde lo inexplicable convive con lo cotidiano, donde la fe y la superstición se cruzan en el mismo altar, los gatos han sido condenados por su elegancia. Si en la Edad Media los quemaban, ahora los esconden para salvarlos.
Pero creo que el fenómeno tiene algo de espejo: habla más de nosotros que de ellos. De nuestro miedo a lo oscuro, de nuestra necesidad de encontrar culpables en los ojos que no entendemos.
Cada octubre, los refugios se vuelven trincheras silenciosas. No hay pancartas ni manifestaciones. Sólo personas que acarician a los gatos que no saldrán en adopción hasta que pase la temporada del terror. En casa, deberán aceptar que es su trinchera.
El otoño llega con dos certezas: que lo verde se tiñe de naranja y que los “michis” se esconden del mundo por unas semanas. No es posible asegurar cuántos rituales se practican ni cuántos gatos nunca vuelven, pero las historias persisten, como una corriente subterránea. Los rescatistas lo saben: cada año el riesgo regresa, puntual, como un conjuro que se repite.
Pregunto si vale la pena tanta precaución.
Alba sonríe apenas: Sí. Porque si no lo hacemos, los gatos pagan el precio de nuestras creencias.
La ciudad sigue su curso. El tráfico, las luces, las espectaculares lunas y atardeceres, el aire frío y nostálgico de octubre. Pero en los refugios el tiempo se detiene, en espera del amanecer sin máscaras ni altares, al momento en que los gatos puedan volver a salir a mirar el mundo sin miedo.
Texto original publicado en “porsiacaso” https://www.porsiacasomx.com/octubre-cuando-los-gatos-desaparecen-en-la-frontera-del-horror/