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Domingo 05 de Mayo del 2024 19:23 hrs

Sugieren reeducación ética para superar errores de la pandemia

Sugieren reeducación ética para superar errores de la pandemia En el ámbito personal, en el texto se cuestiona qué es lo que cada individuo puede aprender, desde la ética y la bioética, acerca de la vida, de la cercanía con la muerte y cómo afrontar nuestra propia vulnerabilidad.

A nivel social y económico la emergencia sanitaria fue un medio de contraste que reveló desigualdades, los tomos 11 y 12 de la colección universitaria La década COVID en México apuntan a las reflexiones desde la ética y la filosofía

Ciudad de México.- Un grupo de 12 filósofos universitarios razonaron, luego de la emergencia sanitaria, sobre este inédito evento e invitan a pensar en una enseñanza ética, desde lo individual hasta lo social, en la colección universitaria “La década COVID en México. Los desafíos de la pandemia desde las Ciencias Sociales y las Humanidades”, donde participaron en el tomo 11, titulado Reflexiones desde la ética y la filosofía.
Coordinado por Paulina Rivero Weber, integrante del Programa Universitario de Bioética, y Juan Antonio Cruz Parcero, director del Instituto de Investigaciones Filosóficas, ambos de la UNAM, el ejercicio académico demostró que la pandemia fue un medio de contraste para mostrar desigualdades, consideró la filósofa.
“En este libro tratamos de pensar la pandemia con un viso que incluye alguna enseñanza o una reflexión moral, ética, ya sea en cuanto al individuo que vivió la enfermedad o a nivel social”, detalló en entrevista Rivero Weber.
El tomo incluye diferentes enfoques, pero lo que une a todos es tratar de encontrar qué pudimos haber aprendido a partir del ámbito de la ética después de este evento, insistió.
“El hilo común es la idea de que sí es factible haber aprendido diversos tipos de enseñanza, a nivel político, económico, público; de macronivel, por ejemplo cómo afecta la desigualdad cuando viene una pandemia. Pensamos que el COVID-19 iba a ser parejo, que impactaría por igual, y no fue así. Los desposeídos fueron los más afectados, los que menos posibilidades tenían para resguardarse en sus hogares”, señaló.
En el ámbito personal, en el texto se cuestiona qué es lo que cada individuo puede aprender, desde la ética y la bioética, acerca de la vida, de la cercanía con la muerte y cómo afrontar nuestra propia vulnerabilidad ante un evento sanitario que arrasó a escala de la humanidad.
Para Rivero Weber, en lo social y económico la crisis sanitaria fue un medio de contraste que reveló desigualdades, afectó más a los grupos desposeídos y evidenció la distribución de la riqueza. Los autores invitan a meditar qué hace el individuo ante la muerte y, frente a su condición de vida finita, cómo podemos asumirla.
Conformado por 12 capítulos, este tomo (de 15 que integran la colección) incluye variados temas. Por ejemplo, en el ámbito de la filosofía política Paulette Dieterlen Struck aborda la justicia distributiva; mientras que Francisco Mancera lo hace sobre cómo enfrentar nuestra propia finitud.
“Uno de los hallazgos más importantes que el tomo encuentra está muy señalado por el escrito de Ambrosio Velasco Gómez, quien insiste en que vivimos en un mundo que ya se ha vuelto insostenible, e inmersos en un sistema que devasta al planeta”, relató.
Rivero Weber anotó que la pandemia surgió de ese mundo, pues fue una zoonosis. En el tópico de la bioética tiene mucho que decir: “Las zoonosis se deben a la falta de respeto con la que se trata a los animales, a los cuales se les hacina, se les pone en situaciones de un martirio insoportable y en ese sentido la gran enseñanza es que tenemos que cambiar la forma en que vivimos, no podemos continuar como si no hubiera pasado nada”.
Destacó que uno de los hallazgos fundamentales de un evento como la pandemia es que no trata por igual a todos. “Al contrario, sirve como un medio de contraste que muestra aún con mayor gravedad la desigualdad en que vivimos”.

DEBEMOS PLANEAR A LARGO PLAZO ANTE CRISIS FUTURAS
Las ciudades mexicanas no estaban preparadas para una pandemia como la ocurrida recientemente; la falta de planeación hizo que las consecuencias de la emergencia sanitaria fueran mayores y quienes más sufrieron ante esa situación fueron, por supuesto, los sectores más desfavorecidos, señaló el director del Instituto de Geografía de la UNAM, Manuel Suárez Lastra.
Esas fueron algunas de las conclusiones del tomo 12 Ciudades mexicanas y condiciones de habitabilidad en tiempos de pandemia, de la colección universitaria “La década COVID en México. Los desafíos de la pandemia desde las Ciencias Sociales y las Humanidades”, que consta de 15 volúmenes.
Hay que tener en cuenta que la pobreza urbana es uno de los problemas más grandes de las urbes, y que la población de bajos ingresos es la menos resiliente. Esta conclusión se repite en los 12 capítulos de la obra y en los temas abordados, entre ellos: salud, vivienda, turismo, población y economía, precisó.
El doctor en geografía recordó que 80 por ciento de los habitantes del país vive en zonas urbanas. “En este tomo quisimos determinar cómo se vieron afectados por la pandemia los diferentes procesos urbanos”, añadió el coordinador de la obra, junto con Alicia Ziccardi Contigiani, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
El problema, dijo el experto en estructura urbana y transporte, es que los sistemas urbanos no están planeados desde el inicio y cuando llega un momento crítico, empeoran.
Debemos estar conscientes de que en cualquier momento puede suceder una nueva emergencia, y la única manera de enfrentarla es estar preparados, subrayó en entrevista.
“No sabemos de qué forma va a llegar la siguiente, ni cómo va a ser, ni cuándo, pero debe haber aspectos básicos de planeación gubernamental para asegurar que en un momento crítico la gente no se quede sin casa, que la economía no caiga de tal forma que las personas se queden sin empleo, o que todos los pacientes tengan acceso a los servicios de salud”.
Planeación en todos los ámbitos
En la investigación se comprobó que la accesibilidad a sistemas de salud es menor para quienes tienen ingresos bajos, incluso el tiempo de traslado para atender una emergencia por COVID excedía en numerosos casos el necesario para comenzar el tratamiento. Por ello son indispensables políticas públicas que mejoren la distribución de los servicios.
El libro aborda la circunstancia de la vivienda en renta y comprada, así como la de personas en situación de calle, en quienes la pandemia tuvo efecto fuerte porque al carecer de seguridad social o acceso a algún servicio viven de los transeúntes quienes dejaron de recorrer las calles debido al confinamiento.
Una cantidad importante de individuos pagó renta aún sin obtener una percepción salarial, lo cual produjo gran afectación; algunos tuvieron que regresar a sus pueblos; vivir con los padres, hermanos u otros parientes. “Obviamente, mientras el ingreso de la familia es menor, el efecto es mayor”, abundó Suárez Lastra.
En el caso de los inmuebles adquiridos, el problema fue las hipotecas ya que algunos no tenían dinero suficiente para pagar. “Mientras menor es el ingreso, eres más vulnerable”, resaltó.
Para el sector turismo la repercusión fue para la economía de los lugares que dependen de esa actividad; sin turistas, no hay empleo. Y después costó bastante trabajo que la gente comenzara a viajar otra vez, debido a la situación económica, detalló el director.
Ante este panorama, la principal recomendación derivada de la obra es la planeación en todos los ámbitos. “A partir de una experiencia previa se debe establecer qué se hizo mal, qué nos llevó al desastre y a partir de eso aprender”.
Las pandemias no suceden todos los días; pasa tanto tiempo entre un evento y otro que se nos olvida. Por ello, el planteamiento general debe ser qué aprendimos de la emergencia sanitaria que duró más de dos años, y cómo lo podemos aplicar hacia el futuro.
“Lo más importante es empezar a corregir lo que está mal, aunque es un proceso que va a llevar tiempo. Pero mientras las estrategias de planeación sean de corto plazo -porque lo único que interesa es obtener el voto en las siguientes elecciones- seguiremos poniendo ‘curitas’ para remediar una situación que ahora es más compleja”, enfatizó.
Por ejemplo, recordó, en la Ciudad de México el transporte y los congestionamientos empeoraron después de la pandemia; antes teníamos un sistema de transporte que era 80 por ciento público y 20 por ciento privado, pero se “satanizó” el primero y se incrementó la compra de autos y motos.
En la cuestión de vivienda hay sobreoferta de casas deshabitadas, que fueron compradas por las personas de menos recursos, pero que no son útiles debido a su lejanía de los centros de trabajo y, por otro lado, gente que necesita un lugar para vivir. En la pandemia esta realidad empeoró.
Por supuesto, se debe incrementar la oferta de servicios de salud en el país; mejorar la estructura de créditos para vivienda, el transporte y la infraestructura, es decir, se necesitan soluciones integrales, recalcó.
Suárez Lastra agradeció el trabajo conjunto con Alicia Ziccardi y a los coautores del tomo, investigadores consolidados y jóvenes de diferentes instancias, quienes “hacen más viva y duradera la obra”.
La colección se puede consultar en: https://decadacovid.humanidades.unam.mx/
 







OPINION

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