Convierten malvivientes La Forestal en refugio

Foto: David González

Personas sin hogar y vagabundos han tomado como propia la instalación que alguna vez estuvo al servicio de los ixtleros.

Saltillo, Coah.- Las ruinas de lo que fue uno de los inmuebles de la Federación Regional de Sociedades Cooperativas La Forestal, ubicado en la zona centro de Saltillo, se han convertido en un refugio de indigentes, drogadictos y migrantes que no tienen un techo donde vivir.

Así se pudo constatar en un recorrido por las instalaciones que abarcan casi tres mil metros cuadrados y está ubicado entre las calles Ramón Corona, Emilio Carranza y Francisco Murguía, en la zona centro de la capital.

Las rejas que antes estaban cerradas con candados y custodiadas por campesinos pertenecientes a la extinta asociación en litigio, ahora simplemente lucen abiertas de par en par  por lo que entran y salen hombres en condición de calle con toda libertad.

Por el frente, donde se tenían varios departamentos que fungían como oficinas en dos alas de la propiedad, actualmente son ocupados por extraños que pernoctan en el lugar para entregarse a los vicios mientras que otros las usan para vivir.

Entre los que decidieron tomar algunos cuartos como propios se encuentran personas que en el día juntan artículos reciclables como fierro, plástico y cartón que acumulan en el sitio para luego sacarlos en costales para vender.

Desde la calle se pueden ver sábanas y cobijas que hacen las veces de puertas para evitar ser observados al interior de los huacales que quedaron de las antiguas oficinas campesinas de ixtleros.

LA FORESTAL EN RUINAS

Fue en la década de 1980 cuando la Federación Regional de Sociedades Cooperativa La Forestal, que alguna vez albergó a miles de ixtleros de estados vecinos, entró en conflicto al haber pugnas entre sus afiliados y líderes.

Este gremio contaba con dos instalaciones, una en Vito Alessio Robles y la céntrica ya mencionada, ambas se encuentran aparentemente “emproblemadas” jurídicamente.

La casona  de Emilio Carranza y Corona actualmente está en riesgo de derrumbe y aun así ha sido habitada por los llamados sin techo quienes la han convertido en un nido de insalubridad e inseguridad pese a la inconformidad de los vecinos de las calles aledañas.