La democracia no se construye en un día: Coahuila tiene memoria y determinación
Del Plan de Guadalupe contra Huerta en 1913, al desafío actual contra Morena: la defensa de la democracia sigue siendo tarea de esta tierra
La presentación del libro La democracia no se construyó en un día, de Lorenzo Córdova y Ernesto Núñez, realizada en el Centro Cultural Vito Alessio Robles, fue más que un acto académico: se convirtió en un recordatorio de que la democracia mexicana es fruto de luchas largas, dolorosas y esperanzadoras. Su título es, a la vez, advertencia y promesa: la democracia no se construyó en un día, y tampoco puede sostenerse sin la vigilancia constante de la ciudadanía.
El texto combina dos miradas complementarias. Por un lado, la institucional, que Córdova ofrece al narrar cómo las reformas electorales dieron vida al Instituto Nacional Electoral como árbitro autónomo. Por otro, la narrativa periodística de Núñez, que retrata el pulso social y político de las elecciones. El recorrido histórico abarca hitos como el movimiento estudiantil de 1968, la reforma política de 1977, la creación del IFE en 1990, la transformación en INE en 2014 y la elección de 2018 como tercera alternancia presidencial. El mensaje central es claro: la democracia mexicana es un proceso acumulativo, resultado de luchas sociales, reformas legales y construcción institucional.
Coahuila en la historia democrática
La elección de Saltillo como sede de esta presentación tiene un profundo simbolismo. Coahuila ha sido protagonista en los momentos fundacionales de nuestra nación. Francisco I. Madero, originario de Parras de la Fuente, fue el apóstol de la democracia que enfrentó al régimen de Porfirio Díaz y abrió la puerta a la Revolución. Venustiano Carranza, hijo de Cuatro Ciénegas, lideró el constitucionalismo y dio forma a la Constitución de 1917, que no fue sólo un documento jurídico, sino la expresión de un pacto social que dio estabilidad a México.
El Plan de Guadalupe, firmado en Ramos Arizpe en 1913, desconoció al usurpador Victoriano Huerta y legitimó la lucha constitucionalista. La Comarca Lagunera fue escenario de combates decisivos de Pancho Villa contra el ejército huertista, y más tarde territorio del Cardenismo, que impulsó la reforma agraria y la organización campesina como pilares de justicia social. Hablar de democracia en Saltillo es hablar de memoria viva.
La reforma electoral de 1996
Un capítulo fundamental en la construcción democrática fue la reforma electoral de 1996, fruto del consenso de todas las fuerzas políticas, incluyendo al PRD, entonces presidido por Andrés Manuel López Obrador. Esa reforma sacó al gobierno de la organización de los procesos electorales y entregó a la ciudadanía el poder de organizarlos. Se nombró al primer Consejo General Ciudadano, presidido por el académico José Woldenberg, lo que marcó el inicio de una nueva etapa de autonomía electoral.
Como Diputado Federal, tuve el honor de ser parte de esa legislatura que construyó colegiadamente este acuerdo histórico, resultado del diálogo y la negociación entre todas las fuerzas políticas. Ese proceso contrasta radicalmente con la actitud autoritaria, soberbia y gansteril de los actuales gobiernos de Morena, que buscan debilitar al INE y concentrar el poder en lugar de fortalecer la pluralidad.
El contraste con el presente
El libro nos recuerda que la democracia mexicana se construyó con décadas de reformas y sacrificios. Hoy, bajo el “Morenato”, el contraste es evidente. Morena ejerce un predominio político que recuerda los riesgos del viejo sistema de partido hegemónico. Se han impulsado reformas que buscan recortar facultades del INE y otros órganos autónomos. La ciudadanía vive polarizada, dividida entre quienes ven en Morena una democracia popular y quienes advierten un retroceso autoritario.
A ello se suman señalamientos públicos de vínculos con el crimen organizado, que ponen en entredicho la autonomía del poder civil y la equidad electoral. La fragilidad de la democracia mexicana se hace patente: lo que costó décadas construir puede perderse en un instante si dejamos de defenderlo.
Relevancia para Saltillo y Coahuila
En Saltillo, hablar de democracia es hablar de memoria. Aquí nacieron Madero y Carranza, aquí se firmó el Plan de Guadalupe, aquí se gestaron luchas que dieron forma a la Constitución de 1917. Este libro nos invita a reconocer que la democracia no es sólo un sistema electoral: es un pacto social que nos dio estabilidad como nación y que hoy debemos defender con la misma pasión con que nuestros antecesores defendieron la tierra, la libertad y la justicia.
La democracia no se construyó en un día es un llamado a la responsabilidad ciudadana. Nos recuerda que la democracia mexicana es frágil, que puede retroceder si no se defiende, y que cada generación tiene la tarea de cuidarla.
Hoy, en Saltillo, este libro nos convoca a mirar hacia atrás para entender el presente y proyectar el futuro. La democracia no se construyó en un día, pero puede perderse en un instante si dejamos de defenderla.