Del Plan de Guadalupe contra Huerta en 1913, al desafío actual contra Morena: la defensa de la democracia sigue siendo tarea de esta tierra
El agua no es un recurso cualquiera. Para los pueblos indígenas es vida, territorio, cultura y espiritualidad. Legislar sobre el agua sin consulta previa es legislar contra la libre determinación, contra la autonomía y contra la historia. Es perpetuar el viejo patrón de un Estado que promete reconocimiento pero niega participación. Es repetir la traición que desde hace décadas se ha cometido contra los pueblos originarios.
Si la Ley de Aguas se aprueba sin modificaciones sustanciales, los efectos serán devastadores. Tierras sin agua perderán valor y quedarán a merced de compradores externos. Agricultores sin medios de subsistencia se verán obligados a abandonar el campo, alimentando la migración hacia ciudades o al extranjero
El narco entendió mejor que el gobierno lo que significa ejercer poder. No necesita urnas ni debates: ya gobierna. El Estado, en cambio, sigue en campaña, atrapado en discursos que no detienen balas ni rescatan territorios.
Carlos Manzo no era sólo un alcalde. Era un símbolo de resistencia, de organización popular, de dignidad frente al miedo. Su asesinato no puede ser relativizado, ni minimizado, ni instrumentalizado. Y quienes lo exigen no pueden ser tratados como adversarios, sino como defensores de la vida pública.