Práctica ritual, los gobiernos populistas y despóticos simulan, mienten y manipulan, torciendo acciones y hechos para presentarlos como éxitos y crear imágenes falsas ante la población. Un viejo y dañino recurso político hoy acentuado lo mismo en Estados Unidos que en México.
En uno de los mayores contrasentidos entre la palabra manipuladora y los hechos, la salud pública en México entró desde 2019 en una vorágine negativa que anula la consigna de “primero los pobres” y ha ocasionado que la población gaste 55% más de sus ingresos en medicamentos y atención privada.
La concentración de poder y sus excesos equiparan, dentro de las asimetrías entre México y Estados Unidos, a dos mandos que han encaminado a ambos países a un conjunto de crisis y a la polarización interna que complica o impide encaminar soluciones.
Lograron lo que querían, el control faccioso del Poder Judicial, pero creció el talón de Aquiles que les tortura: carecen de legitimidad. La elección fue un fracaso y el modelo lo será. No convencieron internamente y la opinión mundial los condena como destructores de la incipiente democracia.
La farsa escenificada ayer, para imponer el control faccioso del Poder Judicial, es el mayor pero no único hecho de los que arrastran al país a una situación de caos con resultados impredecibles, mientras la ciudadanía permanece impávida frente a la destrucción