Sí, los hechos lo hacían desde el inicio previsible… Como hoy nos hacen ver un no mejor futuro con una sucesora sumisa y acorralada, que no ha sido capaz de capitalizar para sí el enorme apoyo electoral y lo ha dilapidado hasta despersonalizarse.
En siete días López Obrador se irá como cimentó su carrera política, mintiendo y manipulando. A una semana del cierre del sexenio, los seguimientos de las expresiones vertidas en sus 2164 conferencias matutinas muestran más de 191 mil falsedades o hechos no comprobables, tramoya para ocultar un gobierno desastroso
Con López Obrador a la cabeza, el oficialismo insiste en que la venganza judicial es hecho consumado y violó mandatos judiciales para acelerarla. Y no es así. Juristas dentro y fuera del país, han señalado que en su imposición con malas artes se violaron procedimientos y también compromisos firmados por México, como la consulta previa a los pueblos indígenas.
Cercada políticamente por su mentor, cuya venia le será imprescindible al menos durante los primeros años de su gobierno, Claudia Sheinbaum avanza por un estrecho corredor, en lucha entre los dictados de López Obrador y la necesidad de gobernar con su propio sello. Como gran cepo, pesa sobre ella la revocación de mandato.
La ilusión sin base de que Claudia Sheinbaum desarrolle un gobierno racional, con fuerte sello personal, que revierta decisiones biliares que han hecho retroceder y debilitado al país, se han ido evaporando y su imagen se ha debilitado dentro y fuera del país al reiterarse como segunda voz acrítica de López Obrador.