Opinión
Sábado 27 de Abril del 2024 14:58 hrs

Pantalla

Enzo Ferrari y Bob Marley


Si quieren adentrarse un poco en los inicios de la vida empresarial de Enzo Ferrari, seguramente disfrutarán la película, pero no mucho si esperan un espectáculo estilo Fórmula 1

Ferrari y Bob Marley: La Leyenda, son dos películas que recién se estrenaron en semanas pasadas en salas de cine. Las dos se inscriben en la temática biográfica muy en boga en el cine actual que comenté la semana pasada en relación al docudrama reseñado Einstein y La Bomba.

La película Ferrari aborda una etapa de la vida del italiano Enzo Ferrari, creador de los automóviles superdeportivos que llevan su nombre. Después de trabajar para Alfa Romeo, inició su empresa para autos de competencias automovilísticas, pero luego se vio forzado a incursionar en el segmento de autos de carretera de mucha potencia y mucho lujo, dirigido a un segmento exclusivo de potenciales compradores.

La cinta está ambientada en la década de los años 50 del siglo pasado cuando la empresa Ferrari estaba en crisis y la vida personal de Enzo también lo estaba. Tenía una mala relación con su esposa Laura Dominica Garello que tenía el cincuenta por ciento de las acciones de la empresa; Dino, su único hijo de ese matrimonio, había muerto por distrofia muscular a los 24 años de edad. Ferrari además estaba al borde de la quiebra por su obsesión con los autos de carreras y mantenía una relación extramarital con Lina Lardi, con quien tuvo un hijo, Piero. Ferrari estaba atado de manos y no se podía divorciar porque en Italia estaba prohibido el divorcio, ley que cambió apenas en 1970. Actualmente Piero Ferrari de 78 años de edad, es accionista y vicepresidente de la empresa.

Así que en esos años, Ferrari no tenía muchas opciones. Tuvo que negociar con su esposa y aumentar la producción de autos de carretera con tal de mantener su famosa Scuderia Ferrari. La cinta nos presenta a Enzo como un personaje oscuro, muy temperamental, muy controlador, demasiado obsesionado con los autos de competencia y con una personalidad hasta cierto punto desagradable por su comportamiento arrogante y soberbio. El personaje está bien interpretado por el actor norteamericano Adam Driver, quien ya hizo el papel de otro italiano famoso y tampoco encantador, el diseñador Maurizio Gucci en la cinta La Casa Gucci. En Ferrari, Penélope Cruz interpreta, muy bien por cierto, a la esposa bastante desequlibrada por la muerte de su hijo Dino y no soportar la relación de su esposo con otra mujer.

La película Ferrari ha tenido un buen desempeño en la taquilla mexicana durante sus primeras semanas de exhibición, pues el título por sí mismo es suficiente para atraer fans de la marca de autos, quienes seguramente estarán un poco decepcionados de que no aparezcan los Ferrari que vemos compitiendo en la glamurosa Fórmula 1 actual. Sólo se presentan algunos de los primeros autos diseñados y construidos por Enzo Ferrari en los años 50 y particularmente los que usó en la carrera de ruta de las Mil Millas de Italia en su edición de 1957 donde ocurrió un trágico accidente que ocasionó la muerte de dos pilotos y 11 espectadores, entre ellos varios niños. El gobierno italiano la prohibió y jamás se ha vuelto a realizar.

Si quieren adentrarse un poco en los inicios de la vida empresarial de Enzo Ferrari, seguramente disfrutarán la película, pero no mucho si esperan un espectáculo estilo Fórmula 1. Pero aún así es interesante ver hasta dónde han evolucionado los automóviles en los últimos 70 años gracias a la tenacidad y capacidad de hombres como Enzo Ferrari que buscaba la perfección en el desarrollo de sus vehículos. No hay que olvidar que buena parte de los adelantos en los automóviles se deben a las pruebas a que son sometidos los motores, neumáticos y carrocerías de los autos de carreras. Lo que en carreras se desarrolla va directo a la industria automotriz.

La verdad, las escenas de carreras de automóviles de esa época se ven y escuchan bastante bien en la pantalla gigante del cine, con un estilo muy peculiar que le imprime el director Michael Mann, quien es conocido por la realización de películas exitosas como Ford V. Ferrari, Fuego contra fuego, El último de los Mohicanos y Colateral, además de ser productor ejecutivo de la serie ochentera Miami Vice.

Dejando atrás el mundo de Ferrari y los autos de carreras, también llegó al cine la película biográfica, Bob Marley: La Leyenda que cuenta la vida del ícono de la música Reggae desde sus inicios y su ascenso como estrella pop en la década de los 70 del siglo pasado hasta su muerte temprana en 1981 a los 36 años de edad. Marley nació en Nine Mile, Jamaica, y es quizá el jamaiquino más conocido y reconocido a nivel mundial.

A Marley le tocó vivir las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado, unas de las más convulsas en la historia reciente de Jamaica desde su independencia de la corona británica en 1962. En los 70 se generó mucha violencia en el país y peleas entre pandillas y grupos políticos antagónicos. El músico representaba hasta cierto punto a las clases sociales más bajas, mientras que una minoría seguía manteniendo el control político. Incluso, Marley y su esposa Rita sufrieron un atentado dos días antes de un concierto “pacífico” en Jamaica. Aunque Marley fue herido, se presentó en el concierto y luego abandonó su país rumbo a Londres.

Esa parte de su vida, así como su proceso creativo junto a sus músicos, es lo que nos muestra la película en paralelo a su carrera como estrella internacional, particularmente en Estados Unidos y Europa. El Reggae ha sido difundido realmente a través de la música y letra de Bob Marley. Una buena parte de la cinta se centra en la creación de su disco Exodus, uno de sus más populares y exitosos que compuso y grabó en Londres. La película registra el concierto One Love Peace Concert para promover la reconciliación nacional de Jamaica donde logró reunir a los dos contrincantes políticos más importantes del país -Michael Manley y Edward Seaga- que subieron al escenario tomados de las manos de Marley.

En lo personal, yo conocí el Reggae a través de la música de Bob Marley, y debo confesar que nunca presté mucha atención a las letras que hacían un llamado a la paz y a la libertad, pero sabía que estaba muy influenciado por corrientes culturales y religiosas africanas. En la película, se puede entender mucho mejor esa parte de las letras que acompañan la música, y eso ayudado por los subtítulos porque el inglés jamaiquino es muy difícil de entender,

En algún sitio de Internet encontré un texto que resume bien el Reggae y Bob Marley como un movimiento cultural: “Entre las particularidades del Reggae, se destaca su fuerte vínculo con cuestiones que no tienen que ver con la música. El Reggae suele asociarse al movimiento rastafari, cuyos seguidores creen que Haile Selassie I (último emperador de la nación etíope) es la reencarnación de Dios. De acuerdo a este movimiento, las personas de raza negra y sus descendientes serán guiados a la tierra prometida denominada Monte Zion.

El uso de trenzas o rastas, que muchas veces se cubren con un gorro tejido llamado tam; la vestimenta con colores de la bandera de Etiopía (Verde, Amarillo y Rojo), y el consumo de la marihuana forman parte de la idiosincrasia rastafari y del propio Reggae”.

Para algunos, la película Bob Marley: La Leyenda peca de condescendiente al abordar la vida del músico; algo normal si se toma en cuenta que la película está producida por algunos de los hijos (tuvo hijos con varias mujeres) y su esposa Rita Marley. Si les gusta el Reggae, seguramente van a disfrutar la cinta.

Si usted querido lector, no es de los que van al cine, no se desesperen, las películas Ferrari y Bob Marley: La Leyenda seguramente llegarán muy pronto a alguna de las plataformas de streaming.






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