¡AL HUESO!
“Si logras engañarme, es tu virtud; si me dejo engañar, es mi pecado”. Proverbio griego.
La similitud con múltiples aspectos de la patética situación nacional generada en Venezuela por el populismo Chávez-Maduro, advertencia que se calificó como una exageración a inicios del actual sexenio, se acerca cada vez más a la realidad que vive hoy nuestro país.
Un gobierno incapaz de dialogar, que denosta en tono agresivo toda idea distinta a su obcecada óptica, que coopta o asalta las instancias de control o balance democrático, amedrenta a los otros poderes, cierra espacios a la sociedad pensante, hostiga a los medios de comunicación no sumisos y, sobre todo, engaña y engatusa a las masas.
“No soy autoritario”, insiste el Presidente desde su tribuna matinal, pero con tono dictatorial ha hecho retroceder la democracia construida en lucha de años y ha debilitado la gobernabilidad del país al sembrar a diario la división entre los mexicanos y presentarse como víctima de conjuras que solo existen en su mente.
Sobraron ejemplo en la pasada semana:
1.- Ante la protesta de la comunidad chihuahuense, opuesta a la decisión centralista y no consultada de entregar el agua que soporta su consumo humano y agrícola, utilizó primero el garrote militar, la guardia nacional, que con su exceso agravó el problema.
Recurrió entonces a su garrote financiero, la extralimitada UIF, que pasando por toda legalidad se ha convertido en policía política y hasta congeló cuentas de municipios de la entidad.
2.- A través de la Secretaría del Trabajo quiso “comprar” con dinero la voluntad de familias que por años han exigido la búsqueda de cuerpos en Pasta de Conchos, un compromiso asumido en sus dos últimas campañas.
Hubo amenazas, chantajes, mentiras, pero finalmente la dignidad de un pequeño grupo de familiares, que resistió todas las presiones, derrotó la intentona y avergonzó a la secretaria, aprendiz de bruja, y a sus secuaces.
3.- En riesgo el milagro de la multiplicación de firmas, el Presidente tuvo que hacerse cargo personalmente de asegurar el show que reemplazará a la no-rifa del avión y entregó al Senado una iniciativa para juzgar a los ex mandatarios.
Nueva estafa a la credibilidad ciudadana, porque no hay acusaciones concretas ni comprobables y, salvo Peña Nieto, todos los demás están legalmente a salvo ante supuestos delitos, por prescripción de tiempo.
4.- Cimbró al Presidente la solicitud de amparo presentada por Alonso Ancira, presidente de AHMSA, ante los continuos señalamientos en su contra desde la tribuna matinal, sin que exista un sustento jurídico para llamarlo delincuente, no obstante que hay una orden de cancelar la acusación que en la ilegalidad actual no se ha cumplido.
Bajo la amenaza a jueces proferida por el mandatario, el tribunal a cargo desechó emitir una suspensión provisional, pero en sus considerandos clavó el dardo: el Presidente no tiene facultades para exculpar a Ancira, señaló, dejando entre líneas que tampoco para declararlo culpable, con lo cual tocó el fondo que deberá resolver el juicio.
5.- En igual sentido, el llamado de los intelectuales a que asuma como Presidente la responsabilidad y el efecto de sus palabras, se mostró en cuerpo y alma al calificarlos de “vividores”, para al día siguiente emitir una carcajada ante el oprobioso recuento del numero de víctimas que ha generado su fracasada política de seguridad y poner como cereza del pastel el desalojo de los opositores que se manifestarían en el Zócalo.
¿Nos parecemos o caminamos a estar peor?