Opinión
Viernes 26 de Abril del 2024 19:24 hrs

Pantalla

El barroquismo de Elvis


Los momentos de la vida de Elvis que nos presenta la película, son los hechos más conocidos por la cultura popular, perfectamente recreados hasta en el más mínimo detalle, que llega a niveles de un docudrama

La mayoría de las películas plantean un conflicto ya sea entre individuos, entre el hombre y la sociedad, entre el hombre y alguna fuerza superior, o un conflicto del hombre consigo mismo. Elvis, la película sobre Elvis Presley que recién se estrenó en las salas de cine conjuga estos elementos para ofrecernos un espectáculo casi circense que nos cuenta la vida del llamado Rey del Rock and Roll.

Baz Luhrmann, el director de la película, tiene un estilo muy particular, siempre en el límite de los excesos en movimientos de cámara, el vestuario, en una edición fragmentada y acelerada, en los colores saturados, en el uso de la música que llega a los límites de la teatralidad de un musical, y el personaje y la vida que conocemos de Elvis Presley se presta para que se potencialice el barroquismo del realizador.

Los momentos de la vida de Elvis que nos presenta la película, son los hechos más conocidos por la cultura popular, pero están perfectamente recreados hasta en el más mínimo detalle, que llega a niveles de un docudrama.

La cinta inicia desde el nacimiento de Elvis, el gemelo sobreviviente, pasando por su infancia y juventud hasta el momento de su muerte. Nos muestra todos sus conflictos desde haber vivido en una familia pobre y con problemas, su convivencia con norteamericanos negros que lo acercaron a las raíces del blues y del godspell que inspiró su música, sus inicios musicales, sus primeros éxitos, su enfrentamiento con una sociedad blanca norteamericana de corte ultraconservador, su familia, sus excesos, sus inseguridades, y su eterno conflicto con su representante, el llamado Coronel Parker.

Parker ni era coronel ni se apellidaba así, pero se considera el gran descubridor de Elvis y la película está narrada desde su punto de vista, colocándolo como un hombre mezquino que si bien llevó a la fama a Elvis, también -así lo plantea la película- lo condujo por caminos que no fueron tan favorables para Presley. Si bien la relación Elvis y el Coronel le añade emoción e intriga al conflicto del que hablaba antes, en lo personal no me convenció que la estructura argumental de la película esté soportada en la narración que nos hace el personaje del Coronel Parker, y considero que la vida de Elvis Presley era lo suficientemente poderosa en sí misma y se pudo haber contado desde el punto de vista del propio Presley, sin tener que recurrir a la voz en off del coronel.

El barroco es un estilo artístico que dominó la arquitectura, la pintura, la literatura y la música en Europa e Hispanoamérica durante el siglo XVII. Este movimiento surgió al final del Renacimiento, y se manifestó a través del uso de detalles de gran ostentación y extravagancia. La estética del arte barroco se caracterizó por ser etérea, elegante y extravagante, especialmente en las obras arquitectónicas.

Si este estilo lo pudiéramos trasladar al siglo XXI, el cine de Baz Luhrmann sería barroco por ser un cine extravagante, recargado y flamboyante, que en la vida de Elvis Presley, encontró un personaje que se presta perfectamente a esos excesos, desde los coloridos trajes de sus primeras presentaciones, hasta los jumpsuits blancos y celestes que usó el artista en sus últimas presentaciones en Las Vegas, y ni qué decir de lo recargado de su casa llamada Graceland en Memphis, Tennessee que alguna vez tuve oportunidad de visitar.

De la película destaca toda su producción, desde la actuación de Austin Butler como Elvis que interpretó muy acertadamente al artista, logrando hacernos creer que era el mismísimo Elvis cantando y actuando, casi como si fuera un documental sobre la vida de Elvis. Tom Hanks interpreta muy bien al personaje desagradable y muy poco simpático del Coronel Tom Parker, pero considero que no logra conectar con la historia. El resto del elenco es bastante bueno para arropar a la perfección al personaje central.

La vida de Elvis se asemeja a lo que leí sobre el barroco: “La literatura barroca se caracteriza por exponer el desengaño, es decir, se muestra la distancia que hay entre aquello que se imagina y lo que es la realidad. Los poetas exponen en sus obras la angustia de vivir entre la realidad y la imaginación (así vivió Elvis).

Asimismo, en las obras se siente un gran pesimismo y tristeza originado por las difíciles circunstancias sociales, en especial la desigualdad, que se vivían en la época. Existe gran preocupación por la velocidad fugaz con la que pasa el tiempo, acercándonos muy rápido a la vejez y la muerte”. Esa característica del barroco, podría definir la vida de Elvis Presley que llegó pronto a la fama y encontró pronto también la muerte ante el gran temor a la vejez.

Elvis es una película que hay que verla en una sala de cine en una gran pantalla y con un gran sonido envolvente. La experiencia cinematográfica de Elvis vale la pena. Para algunos, tal vez sea un poco larga, de dos horas y 39 minutos, pero nos salvamos, porque el realizador Baz Luhrmann dice contar con un corte de cerca de cuatro horas.






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