Opinión
Lunes 30 de Junio del 2025 23:00 hrs

Pantalla

El norte sobre el vacío


Retrato de una familia en una realidad norestense en un marco de violencia por la presencia del crimen organizado que estuvo muy presente en años pasados

El noreste de nuestro país y sus habitantes son pocas veces protagonistas en el cine mexicano. Tal vez por ser coahuilense me llamó la atención la película El norte sobre el vacío (2022), con personajes cercanos a una de tantas realidades nuestras, sobre aquellos hombres que siguen apegados a la aridez de la tierra, a los ranchos, a las tradiciones de la caza. Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas son territorios que comparten hábitos, prácticas y costumbres enraizadas en esos menesteres desde siglos atrás.

El personaje principal es don Reynaldo -don Rey-, un ranchero avejentado y arraigado a la tierra heredada de sus antepasados y que ve un futuro poco prometedor para su rancho, pues ninguno de sus hijos parece interesarse en continuar con la tradición familiar. Además, el agua empieza a escasear y el crimen organizado hace presencia exigiendo pagos por “protección”.

La película inicia con tomas de matorrales característicos de nuestros paisajes semiáridos donde don Rey va en busca del trofeo de caza perfecto, pero los años y los intensos rayos solares ya hacen mella en sus capacidades como cazador. Trepado en el avispero instalado en la caja de su troca, con rifle en mano busca la presa ideal en compañía de Rosa, una fiel joven trabajadora de su rancho, y que ha vivido en él desde que era una niña.

Después de un certero disparo, cae el venado de seis puntas. Don Reynaldo regresa triunfante a su rancho para celebrar en compañía de sus amigos que obtuvo el mejor trofeo, ocultando que él no apretó el gatillo, sino Rosa, mientras que Arnulfo, hermano de don Rey, está molesto porque solo cazó un jabalí, nada comparado con el venado de su hermano. Para festejar, hay una gran fiesta en el rancho -de puros hombres- amenizada por un clásico fara fara norteño que toca y toca, y todos al unisono cantan el éxito de Los Cadetes de Linares No hay novedad.

Poco a poco la película empieza a introducir los otros personajes, la esposa de don Rey, sus dos hijas, el hijo y el yerno, así como los vaqueros que trabajan en el rancho. La familia vive en Monterrey y solo va al rancho de vez en cuando a “jugar a los rancheros”, porque en realidad ninguno tiene el interés de don Rey. 

La directora Alejandra Máquez Abella dice en entrevista que su película habla de patriarcado, feminismo, machismo, clasismo, y sí, esos temas están presentes a lo largo de la cinta, pero yo veo El norte sobre el vacío como un retrato de una familia en una realidad norestense en un marco de violencia por la presencia del crimen organizado que estuvo muy presente en años pasados, hoy por fortuna en Coahuila es menos, pero igual o más cruenta es la violencia actual en muchos estados del país tan cercanos como Zacatecas y Tamaulipas o tan alejados como Guerrero o Michoacán.

Así, El norte sobre el vacío se convierte en una especie de western que podría tener raíces en cintas como La pandilla salvaje o Los siete magníficos, donde los malos amenazan a los buenos del rancho.

La directora Márquez Abella escribió un artículo en el Washington Post para explicar su película El norte sobre el vacío, pero sobre el cual no coincido del todo, pero que reproduzco a continuación algunos extractos.

“Cuando el guión de El norte sobre el vacío llegó a mi vida se llamaba Noreste y era una película que concentraba sus energías en la anécdota de Don Reynaldo, un hombre adinerado del estado de Nuevo León, México, y en la crónica de la autodefensa heroica de “su” tierra.

Ese guión lo había escrito el también director y productor Gabriel Nuncio y, según recuerda él, después de leerlo la primera vez, le dije “lo odio, quiero hacerlo”. Lo odié porque todo lo nuevo, todo lo que es tan ajeno siempre cuesta. Por mi mente pasó también la crítica de mis pares; podía escuchar sus argumentos sobre la representación de la violencia impuesta por el crimen organizado, tema por otros trillado, por otros dolorosos en México. Por eso tampoco quería hacer una película del narco.

Después de varios meses de intensa colaboración, la anécdota real que había inspirado a Nuncio fue perdiendo fuerza y ​​pudo empezar a tratarla como lo que era: la trama arquetípica de un western, en la que un hombre defiende su tierra de un enemigo que lo acecha . Pero hacer una película de este género me llevó a más preguntas: ¿La tierra de este hombre es su tierra? ¿Quién es la tierra? ¿De quién la compra, la hereda, la trabaja o la roba? ¿Es acaso de los seres vivos que la habitan… o de nadie? La tierra ya estaba ahí antes de que el hombre se proclamara su dueño y estará después, cuando el hombre se haya convertido en las partículas que lo componen.

Sobre estas preguntas gira la trama de El norte sobre el vacío: un territorio que es propiedad de un hombre adinerado, un reconocido cazador en declive que ve amenazada esa tierra que es su patrimonio y el legado de su padre que quiere dejar a sus hijas pero, en particular, a su hijo. Sin embargo, son sus trabajadores quienes verdaderamente cuidan de este y hay quien desea quitárselos de manera peligrosa. Es la médula de una fábula arraigada pero llevada a una situación repetida en el México actual, como la ocurrida en 2010 con Alejo Garza Tamez, un viejo cazador que debió enfrentarse al cártel de Los Zetas que intentaron adueñarse de su tierra en Tamaulipas”.

Creo que Noreste hubiera sido un mejor título para la película aunque no tan poético ni bíblico -de Job- como El norte sobre el vacío, y difiero porque la directora, originaria de San Luis Potosí, llegó al noreste (la película se filmó en Nuevo León y Tamaulipas) a contarnos una película de vaqueros con la óptica que describe en su artículo, pero desde mi punto de vista esa anécdota, más bien una historia completa, de don Alejo Garza Tamez que intentó la directora deliberadamente diluir en el guión y en la película, está presente en la memoria de nosotros los norestenses que vivimos de cerca esa violencia en aquellos años cercanos al 2010.

Don Alejo Garza Tamez, regiomontano y propietario de un rancho cerca de Ciudad Victoria, Tamaulipas murió defendiendo su rancho cuando en la madrugada del 14 de noviembre de 2010, pidió a sus trabajadores que dejaran la propiedad y se atrincheró dentro de la casa principal. Como experimentado cazador de 77 años de edad, tenía diferentes tipos de armas de fuego y las colocó estratégicamente en cada ventana.

Cuando los criminales llegaron -se calcula que eran más de una docena-, don Alejo les empezó a disparar desde todos los flancos e inició una escalada de disparos de ambos bandos, incluso lanzaron granadas contra la casa y rafaguearon con armas de grueso calibre, pero nunca esperaron una respuesta tan contundente como la que dio don Alejo, quien murió en el ataque, pero mató a cuatro e hirió a dos. Tan solo en el exterior se encontraron más de 900 casquillos percutidos.

La historia de don Alejo ha sido contada una y otra vez hasta convertirse en una leyenda, hay un sinfín de artículos periodísticos y hasta cómics; también un cortometraje documental realizado por el periodista Diego Enrique Osorno que se titula El valiente ve la muerte solo una vez (2019), y ahora con otra mirada en retrospectiva y ampliando desde la ficción los horizontes narrativos, la directora Alejandra Máquez Abella nos presenta de nuevo la historia trágica de don Alejo en El norte sobre el vacío, película que ganó el premio a mejor película en el más reciente festival de cine de Morelia, además de un premio a mejor guión para Márquez Abella y Gabriel Nuncio, así como el premio a mejor actor para Gerardo Trejoluna que interpreta a don Rey.

La película tiene un buen reparto que también incluye a Paloma Petra que interpreta a Rosa, así como actores y actrices entre las que destacan Dolores Heredia, Francisco Barreiro, Mayra Hermosillo, Raúl Briones, Juan Daniel García Treviño, Mariana Villegas y Marco García, así como fotografía y banda sonora muy acertadas.

Para terminar, ofrezco una disculpa porque la semana pasada, confiando en mi memoria, mencioné que El norte sobre el vacío se podía ver en Netflix, pero no es así, sino que está en la plataforma PrimeVideo de Amazon.






OPINION

Fuenteovejuna

Ahogado el niño… Parece increíble, recién en estos días la Secretaría de Hacienda creará una oficina encargada de detectar e investigar lavado del narcotráfico…

www.infonor.com.mx