Opinión
Domingo 05 de Mayo del 2024 20:17 hrs

Intolerable Burla o “E” Menos 6


Cada asesinato, cada masacre, cada levantón, incendia indignación como llamarada de petate, que, con certeza de impunidad, se consume en un instante, dando paso a la resignación. Normalización de la violencia y la cotidaniedad de homicidios y asesinatos como una actitud costumbrista.

Hace más de medio siglo, Octavio Paz, premio Nobel de literatura, poeta y ensayista mexicano, analizando la psique del mexicano, nos revelaba que el culto a la muerte, en una celebración como el Día de Muertos, simbolizaba la insignificancia atribuída a la vida misma. La herencia de la fundación de la nación mexicana: el origen guerrero de los pueblos originarios, las castas en la vida colonial, la meztización de la sociedad y la sangre derramada en la búsqueda de una identidad.  

Por eso, los mexicanos nos atrevemos a cantar, a todo pulmón, las estrofas del ilustre catautor de mariachi, José Alfredo Jiménez, que anuncia que en León, Guanajuato, por citar cualquier lugar de México, la vida no vale nada. 

Si la vida de cada persona, el único bien, único valor, seguro irrecuperable, incapaz de reconstruirse o renovarse, no vale nada, para qué nos desgastamos promoviendo otros valores como la libertad, la democracia, el estado de derecho, la concordia, la conciliación, el amor, la propiedad privada, el esfuerzo personal, el merito, el medio ambiente, la salud, la familia, la paz, la amistad, la verdad, la felicidad, el bienestar y tantas otras cosas que decimos que, los mexicanos, valoramos.

Estamos a 39 días de la elección, un poco más de la mitad del periodo de campaña, y ya han sido asesinados 25 aspirantes a ocupar puestos de elección popular. Esta cifra varía y se eleva si consideramos aquellos que expresaron sus intenciones sin alcanzar a registrarse a una precandidatura. 

Esta cifra es opacada ante lo que este régimen no podrá ocultar: ni seis meses, ni seis años, y de seguir así, ni seis décadas serán suficientes para moderar la violencia y los homicidios en nuestro país. Con más de 184 mil homicidios y más de 50 mil personas desaparecidas, no localizadas, en lo que va del sexenio (Fuente; TResearch International) el fracaso de la política pública – si así se le puede decir a la propaganda oficial – es evidente. 

Cada asesinato, cada masacre, cada levantón, incendia indignación como llamarada de petate, que, con certeza de impunidad, se consume en un instante, dando paso a la resignación. Normalización de la violencia y la cotidaniedad de homicidios y asesinatos como una actitud costumbrista. 

Pero, cuando un funcionario, propagandista corrupto, como Jenaro Villamil se burla en redes sociales, promocionando una imagen la Santa Muerte, que indica “silencio”, con la frase de que “Un verdadero hombre no habla mal de López Obrador”. Cuando Morena, el partido en gobierno, lo legitima, en sus propias redes, el culto a la muerte se convierte en amenaza abierta, en una burla a los mexicanos. Hoy la vida sí vale; dentro de nuestra diversidad valuamos muchas, muy diversas cosas de esta vida terrenal, bienes tangibles e intangibles por los que muchas generaciones han luchado. 

La burla no es en la imagen, no. Los huesos de la cabeza han sido usados por muchas culturas, a través de siglos, en muy diversas formas. La “Chaviza”, como lo llamaría Villamil, los carga en tatuajes, aretes, anillos, accesorios, estampas y, en efecto, playeras. La burla radica en la amenaza velada a todos aquellos que creemos que nuestra participación abierta y explicita, nuestra voz, es indispensable para la construcción de un mejor país. 

La amenaza a aquellos periodistas que, en ejercicio del máximo valor de la libertad, exponiendo la verdad, han sido amenazados, agredidos o asesinados. A todos aquellos opositores que, por idealismo o pragmatismo, no se rinden al poder de un presidente que considera cualquier opinión disidente como traición. A la población que no se queda callada ante el autoritarismo, la corrupción, el nepotismo y la negligencia de gobiernos indolentes. 

La peor burla es la que la sociedad nos autoimponemos al no hacer una condena enérgica a la amenaza burlona. Es intolerable, lo tolerantes que somos a la burla de Jenaro Villamil. 

Epitafio. 

Por un poco más de una década, Etellekt Consultores, encabezado por Rubén Salazar Vázquez, nos proporcionó, a la sociedad mexicana, reportes precisos y concisos sobre la violencia en los periodos electorales. Hoy, ni la persona física, ni la persona moral publican más. Considero una penosa pérdida, una triste ausencia de quienes, reflejaron, por algunos años, la trágica realidad. 






OPINION

Fuenteovejuna

La ruin agresión a Amparo Casar, muestra la baja estofa de López Obrador y su equipo. También dan certeza sobre la solidez de las denuncias de corrupción.

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