Opinión
Sábado 27 de Abril del 2024 02:45 hrs

Desterrar a la 4T o “E” menos 15


El que haya tiro, que el arroz no se haya cocido, es una excelente noticia. Pero nada esta escrito. Los próximos 102 días, hasta el 2 de junio no serán fáciles. Y después, mientras la aguas no se calmen, todo podemos esperar.

De este viernes en ocho, el primero de marzo, empiezan formalmente las campañas electorales por la presidencia de México. ¡Ja! Formalmente, ¿Es chiste? Hemos vivido en campaña desde hace 71 meses, desde el treinta de marzo de 2018. 

Con AMLO en la presidencia se dijo mucho de la hegemonía de Morena y la Cuarta Transformación; de la incapacidad de los partidos tradicionales de coaligarse y mantenerse así, unidos, ante los embates del oficialismo; de la somnolencia de la Sociedad Civil que, habiendo conseguido posiciones de poder, había dejado de luchar; de la incapacidad de tener candidatos carismáticos, que estén limpios y le hagan frente al presidente. 

Hoy, se puede decir, como afirma Héctor Aguilar Camín, que sí hay tiro, que este arroz no se ha cocido. 

La semana pasada nos demostró, no solo que la campaña opositora se está organizando, sino que el dinero está fluyendo. 

Antes, vale la pena reflexionar sobre el dinero en las campañas; hagamos una comparación. 

En EE. UU. la recaudación de fondos es privada, el gobierno no aporta. Sin que exista un límite, con la obligación de reportar el origen, se convierte en un indicador claro, transparente y medible del avance de cada candidato. Aun cuando los recursos representan intereses, estos son transparentes en el origen y los compromisos que, con ellos, puedan venir. Pero no define la contienda. El ganador tiene que estar organizado y tener liderazgo. 

En México cualquier candidato sabe que su campaña cuesta mucho más de lo que se declara. Los límites de campaña no son más que tinta sobre papel y un medio de vida para los ingenieros contables que les dan la vuelta. Las sanciones por exceder gastos de campaña son ridículas comparadas con el beneficio de acceder al poder.

Aquí, la medicina es peor que la enfermedad: los límites invitan a violar la ley en lo oscurito… ahí, donde todo pasa. No solo mantenemos a políticos negligentes con nuestros impuestos, sino que los empujamos hacia compromisos ilegítimos. 

Pero, regresando a las campañas, esta semana se resquebrajaron dos estigmas con los que la oposición ha cargado. 

El primero fue el de la organización. 

En una, supuesta, posición cómoda, Claudia se dedicó, durante el periodo inter campaña, a hacer mítines partidistas; a arengar a las fuerzas vivas de la 4T, afianzar alianzas, acomodar liderazgos y saldar deudas con garantías de huesos. 

Xóchitl se vio, mientras tanto, ausente, desdibujada e inmersa en dimes y diretes partidistas.

Poco a poco, el trabajo del cuarto de guerra, donde se definen las líneas discursivas y la estrategia de campaña se comenzó a notar. Primero la triada de vida, verdad y libertad: el grito de campaña, resumen de la oferta, llamado a la acción. Después la gira internacional que concluyo con la visita al Vaticano; todos los mexicanos traemos, nos guste o no, algo de Gringos, Gachupines y Guadalupanos. 

El tercero nos muestra, adicionalmente, que los recursos están fluyendo. La organización de las marchas fue muy superior a las anteriores. No fueron partidistas, ni de campaña a favor de alguna candidata. Fueron en contra de López y su continuidad: si no es melón, es sandía. 

Así, Xóchitl le ganó dos partidas a Claudia, quien tuvo que alcanzar: la visita al Vaticano y la fecha de la marcha, forzándola a fijar la misma para su registro.  

El que haya tiro, que el arroz no se haya cocido, es una excelente noticia. Pero nada esta escrito. Los próximos 102 días, hasta el 2 de junio no serán fáciles. Y después, mientras la aguas no se calmen, todo podemos esperar. 

Hasta que pase el día “D”, que sepamos el impacto en las urnas del crimen organizado, de los servidores de la nación, los programas sociales y el ejército; hasta concedida la derrota y entregada la banda, sin una traición del Tribunal, un golpe de estado de facto o algún otro berrinche presidencial, no podremos cantar victoria.

Apología Personal: No es por Xóchitl, ni el PRI, PAN o PRD; los partidos tradicionales no son mejores, Morena si es peor. Somos los ciudadanos, los que no buscamos hueso, los que forjamos el futuro de este país, los que debemos desterrar a la 4T. 






OPINION

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