Opinión
Jueves 25 de Abril del 2024 03:01 hrs

Sutil y Contundente


En la carrera por el liderazgo global en el siglo XXI, hay un reacomodo en el que México juega un papel predominante circunstancia en que se precisa el análisis de lo que no vemos y hacia dónde nos puede llevar

No es fácil percibir las sutilezas de la política del gobierno estadounidense de John Biden con todo el ruido que genera el ambiente de confrontación y ocurrencia de la política nacional.

Es hasta que se dan los grandes sismas globales que uno ata cabos y cae en cuenta del entramado que se va armando en la carrera por el liderazgo global en el siglo XXI.

El anuncio de la alianza entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos (AUKUS) y la acción de catafixiar submarinos franceses por norteamericanos de última tecnología y superioridad naval, sorprendió a propios y extraños tan pronto se hizo pública y es la señal más contundente del drástico reacomodo de las placas tectónicas en la política global.

En ese reacomodo, México juega un papel predominante que solo se vislumbra cuando uno vuelve la vista, recopila información y analiza los mensajes y la cresta visible de las acciones que se llevan a cabo en la diplomacia bilateral.

La relación que el gobierno de Biden trata de establecer con el de López Obrador es diametralmente diferente al de su antecesor. El análisis de lo que no vemos y hacia dónde nos puede llevar parte, necesariamente, de lo que sabemos de ambos mandatarios norteamericanos.

En esencia la visión de ambos, Trump y Biden, es la misma, se resume en el grito de guerra de “Make America Great Again” que adoptó y no supo llevar a cabo, el primero. Está basado en la concepción del destino manifiesto, de ser la nación elegida para moldear el mundo a su imagen por la virtud de sus instituciones y gente. Trump entendió que lograrlo era volteando a ver el ombligo, dejando espacios de política internacional vacíos y actuando con beligerancia innecesaria y verborrea demagógica. Para Biden significa, al parecer, reocupando los espacios internacionales y actuando con diplomacia. Diplomacia que muy a menudo no se puede ver, cuando se ve, trae consigo mensajes muy claros que solo te dejan imaginar lo que sucede por debajo de la mesa.

Hago la anotación que los resultados de la retirada de EE.UU. son, mas una consecuencia de las decisiones y compromisos del gobierno de Trump, que un fracaso en los objetivos de Biden. Afganistán es un daño colateral de re enfocar la estrategia y los esfuerzos de la diplomacia y acción norteamericana, que hoy, analistas internacionales coinciden, costará mucho menos a EE.UU. de lo que hubiera costado cualquier otro rumbo de acción.

En lo que a México respecta, es de llamar la atención la designación y primeras acciones de Ken Salazar, el embajador de EE.UU. recientemente nombrado, y el contraste con su antecesor.

Christopher Landau fue embajador de EE.UU. de agosto de 2019 a enero de 2021. Designado por Donald Trump, después de 15 meses que el puesto estuvo vacante, fue gran promotor de las bellezas y tesoros de nuestro país en el que turisteó extensamente.

Carismático y amistoso Landau fue la culminación de más de una década en que los gobiernos de EE.UU. no ponían la atención requerida en la relación diplomática con México y que, en consecuencia, se fue enfriando y alejando.

Ken Salazar no es un diplomático más, ocupó la quinta posición más importante en el gabinete del Obama, como Secretario del Interior. Claramente es un hombre con una misión que no se dejó intimidar cuando es humillado al sentarlo en la última fila en el discurso anti-yanqui de Diaz-Canel. Su reacción fue hacerse presente, un par de días después, en la tierra de López Obrador, con uno de sus cercanos, donde dejó un mensaje que parece haber sido claro.

En consecuencia la invitación a Xi Jinping a hablar a la CELAC hoy es irrelevante. El video donde declara su amistad y apoyo a Latinoamérica fue opacado por el de Biden, único mandatario extranjero con presencia en la celebración de la culminación de la independencia de México. Un foro que, por su significado y festividad es de mayor impacto para los mexicanos, donde dejó claro que México es una parte importante en su estrategia y que Ken es su representante, actúa a su nombre. Sutil… y contundente, que escuche el que quiera escuchar.






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