Opinión
Sábado 27 de Abril del 2024 14:26 hrs

Pantalla

Pobres Criaturas, la amas o la detestas


La película Pobres Criaturas va de lo extravagante y chocante a lo ridículo y caricaturesco, desde la historia hasta su realización, desde la fotografía a su música, desde el vestuario a la actuación, de la edición a los efectos visuales

La sinópsis con la que Cinépolis presenta la película Pobres Criaturas dice: “Del realizador Yorgos Lanthimos y la productora Emma Stone, llega la historia increíble y evolución fantástica de Bella Baxter (Stone), una joven a la que el brillante y poco ortodoxo científico Dr. Godwin Baxter (Willem Dafoe) le devuelve la vida. Bajo la protección de Baxter, Bella está ansiosa por aprender. Deseosa de la experiencia que le falta, Bella huye con Duncan Wedderburn (Mark Ruffalo), un abogado astuto y libertino, en una aventura vertiginosa a través de los continentes. Libre de los prejuicios de su época, Bella crece firme en su propósito de defender la igualdad y la liberación”.

Esa descripción de la película dice mucho y a la vez casi nada, en lo que sí acierta es que es una historia increíble situada en el siglo XIX, aparentemente en la época victoriana, años en que la sociedad europea oscilaba entre la moralidad exigida por el trono de la reina Victoria y la inmoralidad que merodeaba en todos los ámbitos.

En esa oscura sociedad, la joven Bella Baxter intenta suicidarse y se lanza de un puente sobre un río. El doctor Godwin la rescata y al igual que el famoso Dr. Frankenstein, la resucita colocando en su cabeza el cerebro del bebé de Bella que estaba por nacer, y si en sí misma es una idea bastante descabellada, el hacer esa cirugía cerebral es claro ejemplo de la demencia total en la que vive el Dr. Godwin, un médico que a pesar de ser maestro en la escuela de medicina, lleva a cabo la práctica profesional más allá de los límites éticos, sintiéndose como lo dice el prefijo de su nombre God (Dios). Sus métodos son poco ortodoxos que asemejan a su cara deformada y plagada de cicatrices que los asemejan a la del monstruo ficticio de Frankenstein que hemos visto en el cine y la televisión, personaje creado por la novelista Mary Shelley a principios del siglo XIX y considerada como una novela gótica.

De allí en adelante la historia se centra en el desarrollo mental de Bella a medida que pasa el tiempo y su cerebro de bebé se va desarrollando y va aprendiendo como lo haría un niño recién nacido, hasta que conoce al abogado Duncan, con quien huye, no sin antes dejar plantado en el altar a Max McCandles, el ayudante, admirador y fiel servidor del doctor Godwin, quien a la vez está profundamente enamorado de Bella. La pareja de Bella y Max se va de viaje por diferentes ciudades cosmopolitas a vivir la vida loca.

El personaje de Bella, al que muchos han alabado y encontrado muchas virtudes, es en realidad bastante tortuoso y retorcido encubierto en la aparente “inocencia” de una niña que va descubriendo el mundo, pero por razones que no quedan clara, prácticamente todos sus hallazgos y revelaciones están relacionados con sexo, placer sexual y sadomasoquismo.

La película Pobres Criaturas va de lo extravagante y chocante a lo ridículo y caricaturesco, desde la historia hasta su realización, desde la fotografía a su música, desde el vestuario a la actuación, de la edición a los efectos visuales. No hay puntos medios y pareciera que se tratara de un ejercicio de estilo para asombrar en sentido negativo al espectador… y se queda en solo una película muy “estilizada”, pero sin nada nuevo en el quehacer cinematográfico mezclando géneros de drama, tragedia, comedia, ciencia ficción, fantástico y horror. 

Pobres Criaturas está plagada de referencias cinematográficas y no sé cuáles son voluntarias y cuáles no. El director de fotografía de la película, el irlandés Robbie Ryan dijo en entrevista que para el estilo visual habían tomado como referencia la película Drácula (1992) dirigida por Francis Coppola. Prácticamente toda la primera parte de la cinta es en blanco y negro que a mi me recuerda (y me parece una copia/homenaje) al expresionismo alemán, particularmente a la película muda El gabinete del doctor Caligari dirigida en 1920 Robert Wiene, considerada como una de las películas más importantes de la cinematografía mundial, así como Nosferatu (1922) de F.W. Murnau, la primera versión de cine que tuvo como protagonista a Drácula. Si tienen curiosidad, las pueden ver sin problema alguno en YouTube y con una excelente calidad de imagen.

Pobres Criaturas me recuerda también algunas películas muy experimentales realizadas en Hungría, Yugoslavia o Polonia durante la época en que estaban sujetos al yugo soviético, entre las cintas que recuerdo vagamente están Vicios privados, virtudes públicas (1976) del maestro del plano secuencia, el hungaro Miklós Jancsó, y WR: Misterios del Organismo (1971) del yugoslavo Dušan Makavejev, película que fue prohibida por su contenido sexual y político, y obligó al director a emigrar para continuar haciendo cine.

A ese blanco y negro del inicio de Pobres Criaturas, le agregaron el uso (y abuso, diría yo) de los lentes gran angulares hasta llegar al ojo de pescado que al usarlos de manera recurrente provoca una desestabilidad visual, incomoda de ver, sobre todo en una pantalla gigante de una sala de cine. Y cuando finalmente llega el color a la película, la verdad no hay mejora alguna.

En lo personal, Pobres Criaturas me parece sí una película extravagante, pero también repugnante, grotesca, ridícula y de mal gusto; sin embargo, la crítica la ha alabado mucho y la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood le ha otorgado 11 nominaciones al Oscar como Mejor Película, Mejor Dirección (Yorgos Lanthimos), Mejor Actriz (Emma Thompson), Mejor Actor de Reparto (Mark Ruffalo), Mejor Guión Adaptado, Mejor Fotografía (Robbie Ryan), Mejor Edición, Mejor Maquillaje y Peluquería, Mejor Música Original de Jerskin Fendrix, Mejor Diseño de Vestuario y Mejor Diseño de Producción. No cabe duda que cada disciplina nominada tiene su mérito propio por su excelencia en el manejo de los recursos técnicos y creativos, pero en su conjunto considero que Pobres Criaturas no debería estar en la categoría de Mejor Película. Es decir, en este caso, el todo (la película) no está a la altura de la suma (en calidad) de las partes.

Por el momento, la película Pobres Criaturas solo está disponible en salas de cine, y los que la han visto, la aman o la detestan. Yo me quedo en el segundo grupo.






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