Opinión
Lunes 20 de Octubre del 2025 09:55 hrs

¡AL HUESO!

Los costos de López


Agua, lodo y sangre desenmascararon durante la pasada semana las mentiras e incapacidades del gobierno federal, con millones desamparados ante lluvias inusuales previstas; un crimen que mostró la inseguridad en CDMX y la putrefacción en la justicia local; y nuevas revelaciones sobre el nivel de corrupción de López Obrador y su familia.

“El agua sucia es imposible de lavar”. Proverbio popular africano.

Tres momentos de una semana trágica para el gobierno federal (y sobre todo para la población) al desmoronarse una vez más la pirámide de mentiras del populismo autoritario y quedar al trasluz su insensibilidad, sus incapacidades e ineficiencias.

Uno: Con la debida antelación y con base en la información científica que guía su trabajo, los meteorólogos advirtieron que se preveía un fenómeno de inusuales e intensas lluvias, con riesgo de afectaciones graves a localidades del estado de Veracruz y sus vecinos.

En una situación similar a la ocurrida con el huracán Otis, que hace dos años impactó en el estado de Guerrero, ni el gobierno federal ni los estatales asumieron las alarmas oportunas y la población, sin aviso, fue sorprendida por la magnitud de las precipitaciones, los desbordes de cauces de agua y los aluviones que inundaron, aislaron y destruyeron.

Dos días permanecieron pasmados los gobernadores, con acento en la reincidente veracruzana Rocío Nahle, que calificó la tragedia como “ligero desbordamiento” en el río Cazones, aluvión de agua, piedras y lodo que destruyó buena parte de Poza Rica.

Cosechó el malestar de la población afectada la Presidenta, que a diferencia de su mentor dio cara en el terreno, pero mostró la intolerancia creciente que ha venido contaminando sus reacciones, cuando debe enfrentar los costos negros heredados por López Obrador.

Aún con su presencia, la ayuda a la población y la maquinaria requerida para retirar escombros, tardó casi una semana y cuando llegaron, la de los cárteles ya estaba allí. 

Una vez más, quedó demostrado el error de haber desaparecido el Fondo de Desastres Naturales, FONDEN, cuya función no era solo ayudar tras fenómenos que afectaban a la población, sino movilizarse ante la previsión, anticipar protección y coordinar las acciones de ayuda tras lo inevitable.

El presidente emérito lo desapareció bajo el manoseado argumentó de que había corrupción en la dependencia de Gobernación, se apropió de los fondos para sus caprichos y nunca hubo una denuncia concreta ni un acusado. El que lo encabezaba pasó a candidato de Morena a la alcaldía de Querétaro.

El “pueblo bueno” de Veracruz, Puebla e Hidalgo, principalmente, atestiguó en esta tragedia el costo de una de sus irracionales decisiones, defendida por la Presidenta.

Dos: En las puertas del edificio principal de la denominada Ciudad Judicial de la capital del país, fue herido de muerte al abogado David Cohen, prominente litigante en casos destacados como los de Cruz Azul y Grupo PINFRA, entre otros.

El asesinato desmoronó el festivo discurso del día anterior de la jefa de gobierno de la Ciudad de México en torno a los avances en seguridad. Y demostró, una vez más, que en la capital del país tampoco la vida vale nada y es tan fácil como en cualquier estado contratar sicarios por unos pocos pesos.

Además, revivió las denuncias hasta ahora soslayadas sobre los cuando menos extraños entendimientos entre el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, Rafael Guerra Álvarez, y algunos abogados, entre ellos precisamente David Cohen, uno de sus más cercanos según fuentes del propio tribunal.

Tres: Sin que debiera causar sorpresa, por la suma de hechos que lo hacían evidente, un trabajo de investigación periodística del portal Código Magenta desentrañó la red de complicidades encabezada por Andrés Manuel López Beltrán, Andy, que lubricó las vías para la operación del huachicol fiscal.

Desde el propio despacho presidencial, sostiene la bien sustentada publicación, Daniel Asaf, jefe de la Ayudantía, amigo íntimo y socio de Andy, operó las instrucciones del hijo predilecto del exmandatario para situar funcionarios proclives en puestos clave y luego viabilizar orgánicamente la comisión del delito.

Baja la mano, los cálculos extraoficiales estiman en más de 55 mil millones de pesos la utilidad obtenida durante el pasado sexenio y casi un año de éste por la compleja y extensa red que López Obrador nunca quiso ver -o simplemente toleró y ocultó-, mientras desde Hacienda se señala que el daño al erario llegaría a los 600 mil millones de pesos, de los que la Presidenta espera recuperar 16 mil millones.

Meta difícil, porque hasta el momento y con las investigaciones oficiales acotadas para “no dañar al movimiento”, solo se cargan culpas en actores medianos y pequeños, sin acercar a los responsables reales y menos a la familia López.   

Ese es el país que desencadena en forma cada día más visible la explosiva intolerancia de la Presidenta Claudia Sheinbaum, que se resiste a usar el capital político que le otorga el cargo, reforzado por su situación de primera mujer mandataria, para romper los pactos delictuales que han colocado a México en una situación de extrema fragilidad.

Y es que sobre su cuello pende la espada de la revocación, donde su mentor tiene posición de juez y verdugo.






OPINION

Fuenteovejuna

“No todo puede ser esta semana”. Ella lo dijo y al decirlo, reconoció. Pidió un mes, porque sin el FONDEN el gobierno no tiene recursos ni experiencia para llevar auxilio…

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