Independencia, Compromisos y Cuentas
En los hechos la Presidenta ha desechado algunas de las herencias de su predecesor. ¿Los cambios de rumbo son más por no tener otra opción, que por gusto? ¿Quién sabe? Así parece.
Los últimos tres meses han sido devastadores para quien todavía tenía alguna esperanza: hacia el final de su séptimo año, se precipitó la caída de una presidencia construida de habladuría; veneno aventado con saña, irresponsabilidad y sin vergüenza. Haciendo evidente el saldo negativo que la historia registrará.
Morena, el partido – movimiento, que ha logrado posicionarse como gobierno hegemónico, invencible gracias a la forma de hacer – o deshacer – política de su fundador, hoy no es capaz de desligarse de todo aquello que criticó y cuya denuncia lo llevó al poder.
No tiene sentido el insistir en los escándalos de corrupción, lazos criminales, excesos, lujos y banalidades inexplicables, nepotismo, fraude y traición a la nación, ineptitud y falta de oficio político y de gobierno que brota, por todos lados, dentro del oficialismo.
Es, más bien, menester recordar los compromisos que, en teoría, todo militante debió de asumir antes de tomar un puesto público:
1. Las y los servidores públicos de Morena se deben al pueblo y deben ser leales a él… (cuestionable al menos)
2. Se cuenta con un plan de austeridad republicana que incluye erradicar privilegios de las y los funcionarios… (falso)
3. Somos demócratas... (falso)
4. Se informa…con absoluta transparencia el destino de los recursos públicos. (falso)
5. La corrupción no se tolera y se cuenta con mecanismos eficaces para evitarla y castigarla. No hay cabida al nepotismo, amiguismo, influyentismo, sectarismo, ni a los aviadores. (sin desperdicio alguno, falso, falso, falso).
6. En los equipos de gobierno hay el mismo número de hombres y mujeres… (bla, bla, bla, cuestionable).
7. Los recursos públicos, la inversión pública, en infraestructura y programas, siempre están enfocadas en las y los que menos tienen. (falso).
8. Los servicios públicos se fortalecen y mejoran... Se respeta la naturaleza...(falso).
9. En ningún caso, la policía se utiliza para reprimir al pueblo y hay una línea divisoria con el crimen organizado. (podríamos retrasarlo, “no hay línea divisoria con el crimen organizado y no se le reprime porque es pueblo”, falso).
10. El poder se ejerce con humildad, no hay espacio para banalidades. (falso).
Al parecer la Presidenta sentía pasos en la azotea desde principios de su gobierno. Por eso mandó aquella carta, a los dirigentes y militantes del partido que la llevó a arrasar en las urnas, que comienza con un recuento profundamente sentimental del camino recorrido que los llevó al poder, para continuar haciendo un llamado a seguir los principios ético-políticos de su consideración:
1. El valor de la unidad.
2. Todos los militantes de Morena deben conducirse con honestidad, humildad y sencillez.
3. Las y los legisladores no deben … (usar) recursos públicos para viajar al extranjero a hacer turismo político.
4. Que nunca se permita el amiguismo, el influyentismo y nepotismo.
5. No a un partido de Estado.
6. Bla, bla, bla.
7. Bla, bla, bla.
8. Bla, bla, bla.
9. No puede haber colusión con la delincuencia, ni organizada ni de cuello blanco.
10. Garanticen que los candidatos y candidatas sean decididos por el pueblo a través de las encuestas.
Carta que concluye con una advertencia; “No nos confiemos. Es mucho lo que está en juego, el presente y el futuro de nuestra nación. Con el pueblo todo, sin el pueblo nada.”
Dice el dicho que más pronto cae un hablador que un cojo. Hacia el término del séptimo año de la presidencia de López Obrador se desploma por hablador. Evidentemente, dejó cojo al estado mexicano y, especialmente, a la presidencia de su sucesora, Claudia Sheinbaum.
En los hechos la Presidenta ha desechado algunas de las herencias de su predecesor.
¿Los cambios de rumbo son más por no tener otra opción, que por gusto? ¿Quién sabe? Así parece.
Como pueblo mexicano, ciudadanos de la gran nación mexicana más nos vale gritar un rotundo grito de independencia: No es la atención retos internos y conflictos políticos que vive nuestro vecino del norte la razón ni la esperanza para poner nuestra casa en orden.
Y no han demostrado, ni el PAN, PRI o MC, ser la opción de Morena. Menos el Verde o el PT. Más nos vale que seamos nosotros, los mexicanos independientes, los que llamemos a cuentas al movimiento-partido-gobierno y le exijamos cumplan a lo que por sus propios fueros se han comprometido.