En el pasado siglo, prácticas políticas y costumbres y atavismos sociales situaron a México como ejemplo de surrealismo, imagen que comenzó a superarse a partir de la presión ciudadana que abrió la democratización. Hoy está de vuelta en el discurso del poder, que disfraza la realidad, y en decisiones como el absurdo nombramiento de López Gatell.
Existen dos caminos: El del enfrentamiento estéril y la parálisis institucional… O el del servicio, la honestidad y la decisión de estar a la altura del momento histórico.
México y Estados Unidos, siendo tan diferentes, hoy caminan caminos paralelos. Nosotros con el lopezobradorismo y ellos con el trumpismo. Ambos regímenes actuando al margen de la ley hasta imponer su ley, destruyendo instituciones de gobierno y minando la capacidad de servir a la población, eliminando contrapesos y cooptando a los poderes legislativo y judicial
Práctica ritual, los gobiernos populistas y despóticos simulan, mienten y manipulan, torciendo acciones y hechos para presentarlos como éxitos y crear imágenes falsas ante la población. Un viejo y dañino recurso político hoy acentuado lo mismo en Estados Unidos que en México.
Carretera de Guadalupe Tepeyac- San Quintín- Ocosingo