Opinión
Lunes 08 de Septiembre del 2025 11:40 hrs

¡AL HUESO!

El México de Alicia


Solo los ilusos se decepcionaron con la primera cuenta pública de la Presidenta. No fue un acto de Estado sino propaganda, la presentación de un país inmerso en fantasías. No hubo exposición rigurosa de la situación del país ni perspectivas de mejor futuro. Hubo datos falsos y manipulación de hechos para sostener un atormentador “vamos bien y vamos a ir mejor”.

“Cuando alguien alcanza el poder absoluto, ya no tiene contacto con la realidad”. García Márquez.

¿Vamos bien y vamos a ir mejor?

Resultó más honesto el mentor político con “lo mejor es lo peor que se va a poner”.

La arenga con que la Presidenta Claudia Sheinbaum quiso resumir el espíritu de su primer y ramplón informe de gobierno no se sostiene frente a la realidad. Mostró un pasado pletórico de fantasías, un presente lleno de amenazas y un devenir que atemoriza.

Como era esperable, lo que debería ser una responsable y sólida cuenta pública -no acto de propaganda-, resultó básicamente en contenido y tono repetición de la palabrería diaria; mientras un 90% fueron alabanza a su primer año, solo 10% se refirió al futuro, sin señales de rectificación o cambio y si carga de responsabilidades a otros.

Débil, tosco, en contraste con los informes del pasado el discurso no articuló análisis y prácticamente desapareció en el día a día.

Un punto medular, frente a la necesidad de frenar la confrontación general hecha política de Estado, cuando cabía un llamado a morigerar el encono y recuperar unidad nacional, el discurso retomó lo contrario, la continuidad y profundización de la denominada Cuarta Transformación, Caballo de Troya con que su padrino nos encaminó al autoritarismo y la intolerancia, que hoy galopan en todos los ámbitos de la vida nacional.

“La Cuarta Transformación no sólo continúa, sino que se profundiza. Se termina la era del nepotismo, corrupción y privilegios, y comienza una nueva era de legalidad y justicia para todas y todos”, afirmó, cuando entre los suyos y ahí presentes, han dado sobradas muestras de lo contrario, negando la moralidad y medianía que se predicó y se predica.

Con la manipulación, elusión y el engaño que han sido los instrumentos usuales del anterior y el actual gobierno, en ese 90% de alabanzas a la gestión anual sobraron inexactitudes, por no utilizar un término más rudo. 

Al señalar con bandera nacionalista que “la política de construcción de la paz se decide soberanamente en México y nadie influye en ella”, el verbo alegórico se estrella con las presiones de Trump, que obligaron al abandono de los “abrazos no balazos” y a la entrega jurídicamente ilegal de 55 convictos para ser juzgados en Estados Unidos. A lo que se ha sumado la exigencia -repetida en privado por el secretario Rubio- de actuar sobre políticos y funcionarios cómplices. Más lo nuevo, eliminar barreras comerciales.

El propio vecino, con su acostumbrado discurso bipolar, al día siguiente del informe alabó con la mano derecha a Sheinbaum como “mujer estupenda”, mientras con la izquierda señaló que México está dirigido por los cárteles y que “ella tiene mucho miedo” de recibir ayuda para actuar a fondo contra la delincuencia y sus cómplices.

En salud, al afirmar que está disponible en los hospitales, clínicas y consultorios del sector 90% de los medicamentos necesarios, olvido sus palabras de semanas anteriores, en que se limitó a reseñar avances. Implícito, tildó de mentirosas a las madres que rechazan los progresos y siguen protestando por falta de tratamientos para sus hijos con cáncer.

Y hubo más, como pintar un paisaje idílico sobre PEMEX, que en franco hundimiento arrastra a las finanzas nacionales. Es falso que Dos Bocas refina al máximo (lo hace solo a media capacidad nominal) y que la petrolera llegó a procesar 1.2 millones de barriles diarios, cuando apenas supera el millón y está lejos de la promesa de 1.8 millones.

Mas allá de reiterar la continuidad, en lo poco abordado de futuro y en el tono negativo que al parecer le resulta ineludible, señaló que México requiere “empresarios más activos y visionarios” para su desarrollo, soslayando que las propias acciones de los dos gobiernos de Morena han deprimido la inversión. A lo que se suman hoy los aranceles.

La mención generó respuesta del Consejo Coordinador Empresarial: Identificó la falta de certeza jurídica como principal desalentador, acrecentado por la toma de control del Poder Judicial a través de un proceso lleno de turbiedades, calificado por la Presidenta como ejemplar y que en Federación y entidades deja a la mayoría de los jueces ligados, por no decir sometidos, al poder político. Peor que antes.

Para defender el viciado e ilegítimo proceso, el factor central -alegorizado al extremo- es la calidad indígena de Arturo Aguilar, presidente de la Suprema Corte para el primer año, sin que esa raíz garantice por sí misma la mejor justicia e independencia que se promete. Con vaticinios negativos por la composición del tribunal (Batres, Esquivel et all), solo los hechos en el tiempo permitirán un juicio de valor. 

No fue un informe de Estado, que más allá de los entendibles autorreconocimientos, presentara una visión certera y confiable de la situación del país, con sus innumerables desafíos, para dar paso a la reseña de futuras acciones de gobierno para enfrentarlos.

Como en el cuento de Lewis Carol, la Presidenta, en su calidad de primera mujer en ocupar la máxima responsabilidad política, se muestra como una Alicia que crece sumergida en un mundo imaginario y sus fantásticas maravillas, mientras los papeles del rey y de la reina -que ordena decapitarla-, se ven unificados en su antecesor, al que lejos de incomodar con rectificaciones, teme.

A diferencia del cuento, el despertar se presagia amargo. Y para todos.






OPINION

Fuenteovejuna

Más atole para los ansiosos extrabajadores de AHMSA. Si hay con que, la prioridad de pago a obreros y empleados es por ley, no por voluntad de la Presidenta…

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